LITERATURA ANTIGUA
Y MEDIEVAL
LUIS ENRIQUE
ESCUTIA ROMERO
GRUPO 11
OCTUBRE 2025
Temas: 1. Diferentes tipos de
focalización según Gérard Genette y su ejemplificación a través de las obras
analizadas en clase. 2. EPOPEYA DE GILGAMESH.
Para comenzar a esbozar el tema,
comenzaré por definir ¿qué se entiende por focalización? Aunado a ello colocaré
el ejemplo del cual me sirvo para ilustrar el contenido descrito.
La focalización se refiere al punto de vista
narrativo, esto es, a la relación entre la instancia que percibe y la
información que se ofrece del mundo narrado, determinando qué personaje o
entidad tiene acceso a la diégesis y desde qué perspectiva se presenta al
lector. Genette distingue entre historia (lo que ocurre) y discurso (cómo se
cuenta). La focalización pertenece al plano del discurso, ya que determina
desde qué punto de vista, o a través de qué conciencia, se perciben los hechos
narrados, es decir, cómo se muestra la historia al lector. Podemos encontrar
diferentes tipos de focalización como son:
Focalización cero. En este tipo de foco, el narrador sabe más que
los personajes: conoce sus pensamientos, su pasado, su futuro y todo lo que
ocurre en el cronotopo de la diégesis. Es un narrador heterodiegético, es
decir, externo a la historia, que posee un conocimiento total del universo
narrado. No participa en los hechos, no puede ubicarse en un lugar fijo o
preciso y se desplaza con libertad por el relato para revelar aquello que
considera necesario, controlando el orden, el ritmo y la cantidad de
información que ofrece al lector.
Un ejemplo claro de este tipo de focalización
se observa en el Canto I de la Ilíada. Desde el inicio, la voz
narrativa adopta una posición omnisciente y externa: El narrador se mantiene
fuera de la historia, no participa en los hechos y posee un conocimiento
absoluto sobre los hombres y los dioses. Sabe lo que ocurre en distintos espacios
y conoce tanto las causas como las consecuencias de los acontecimientos. Su
mirada no está sujeta a un personaje específico; por el contrario, se desplaza
con total libertad a través del cronotopo épico para mostrar los hechos desde
una perspectiva libre.
Focalización interna. En este tipo de foco, el
narrador sabe tanto como el personaje, limitándose a su punto de vista, el
lector sólo accede a la información que ese personaje conoce o percibe; esta
focalización podemos dividirla en:
- Interna
fija. Todo se narra desde la óptica de un personaje y siempre es el mismo.
Los sueños de Francisco de Quevedo, es un ejemplo que me
gustaría tomar para ilustrar este tipo de foco, pues aquí logro observar que la
narración se desarrolla íntegramente desde la conciencia del narrador, quien en
primera persona relata las visiones y revelaciones que experimenta durante sus
sueños. Como lector percibí el acceso a los hechos tal como este narrador los
vivió, sin penetrar en la interioridad de los personajes que aparecen en sus
sueños. La perspectiva permanece constante y limitada a su punto de vista,
configurando una focalización interna fija, donde todo se articula desde la
perspectiva del “yo” que sueña y observa.
- Interna
variable. El narrador cambia de foco entre personajes.
En el relato de “La mujer descuartizada”,
perteneciente a Las mil y una noches, la narradora principal, Sherezade,
adopta una focalización cero: es una voz heterodiegética que conoce la
totalidad de los hechos y se mantiene fuera de la historia. Sin embargo, el
cuento al que se recurre presenta un nivel narrativo enmarcado dentro de la
metadiégesis, en el cual las voces de los personajes que relatan sus propias
experiencias introducen una focalización interna fija, pues el relato se filtra
por su percepción individual. Así, tenemos como resultado que el punto de vista
varía según la alternancia entre la omnisciencia externa y los narradores
secundarios del relato de Sherezade.
- Interna
múltiple. Un mismo acontecimiento se narra desde diferentes conciencias,
múltiples narradores, lo que en ocasiones puede generar contradicciones.
Un ejemplo personal que me gustaría abonar
sería el de la novela de Pedro Páramo, escrita por Juan Rulfo, donde la
historia se construye a partir de diversas conciencias que relatan o recuerdan
los mismos hechos desde perspectivas distintas. Cada voz, ya sea la de Juan
Preciado, o los ecos de los muertos encerrados en Comala, percibe la realidad
desde su propia perspectiva, generando una multiplicidad de puntos de vista que
a menudo se complementan o se contradicen. Este relato se articula mediante una
pluralidad de focalizaciones internas superpuestas.
Focalización externa. En este tipo de foco el narrador
sabe menos que los personajes, sólo describe lo observable ya sean gestos,
acciones o palabras. No accede a los pensamientos de éstos. Permite analizar el
texto como si del lente de una cámara se tratase, pues sólo se nos muestran las
acciones que realizan los personajes en el momento narrado.
Un ejemplo representativo de este tipo de
focalización se observa en La metamorfosis de Franz Kafka. Aunque la
narración se realiza en tercera persona, el narrador se limita a describir las
acciones y percepciones externas de Gregorio Samsa tras su transformación, sin
penetrar de manera explícita en su vida interior o en los pensamientos de los
demás personajes. Se muestran sus gestos, movimientos y reacciones visibles,
como si una cámara los registrara objetivamente. El lector presencia los hechos
desde fuera, sin acceder plenamente a la conciencia del protagonista ni al
sentido profundo de lo que experimenta.
ANÁLISIS DE LA EPOPEYA DE GILGAMESH. PERSONAJES. SIGNIFICACIÓN DEL
TÉRMINO "EPOPEYA". RELEVANCIA DE ENKIDU EN EL MARCO DE ESTA OBRA.
FIGURAS RETÓRICAS DESTACADAS.
El término epopeya proviene del griego epos
(palabra, relato) y poiein (hacer), y designa un poema narrativo extenso
que exalta las hazañas de un héroe que representa los valores de su entorno.
Los personajes que se encuentran en la diégesis
son: Gilgamesh, rey de Uruk, Enkidu, hombre salvaje creado por los dioses para
contener la arrogancia de Gilgamesh, Shamhat, hieródula sagrada que le arrebata
el salvajismo a Enkidu, Humbaba, guardián del Bosque de los Cedros, criatura
temible puesta por el dios Enlil para proteger el territorio sagrado, los
dioses mesopotámicos como Ishtar y Shamash, Siduri, una tabernera que aconseja
a Gilgamesh disfrutar la vida en lugar de buscar la inmortalidad y Utnapishtim
hombre inmortal que sobrevivió al diluvio enviado por los dioses.
Enkidu como personaje es muy importante en el
relato ya que le muestra a Gilgamesh que la fuerza bruta mal dirigida sólo
refleja al salvajismo, lo cual remarca su hybris al mostrárnoslo con
anterioridad como un rey tiránico. Podríamos decir que Enkidu es la antítesis
de Gilgamesh, sin embargo, después de conocerlo se convierte en su mejor amigo,
casi un alma gemela con quien vivirá sus mayores hazañas y al perderlo se
obligará a buscar la vida eterna y después del fracaso obtenido llegará a una
anagnórisis, al encontrarse a sí mismo y el camino que debe de seguir.
BIBLIOGRAFÍA
Anónimo. (2016). La epopeya de Gilgamesh
(F. Lara Peinado, Trad.). Alianza Editorial.
(Obra original publicada ca.
siglo XVIII a. C.)
Anónimo. (2010). Las mil y una noches (R.
Cansinos Assens, Trad.). Alianza Editorial.
Homero. (2003). La Ilíada (L. Segalá y
Estalella, Trad.). Espasa-Calpe. (Obra original publicada ca. siglo VIII a. C.)
Kafka, F. (2017). La metamorfosis. Alianza
Editorial.
Quevedo, F. de. (2007). Sueños y discursos
de verdades descubridoras de abusos, vicios y engaños en todos los oficios y
estados del mundo. Austral.
Rulfo, J. (2019). Pedro Páramo. Fondo de
Cultura Económica.
¡Bravo!
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