domingo, 19 de octubre de 2025

CARLOS RENÉ GUERRA MONROY

 

LITERATURA ANTIGUA Y MEDIEVAL

CARLOS RENÉ GUERRA MONROY

GRUPO 11

OCTUBRE 2025

TEMAS: 1. Tipos de focalización. 2. Análisis de la tablilla siete de “La epopeya de Gilgamesh”.

Foco cero: No tiene un lugar fijo dentro de la historia; por el contrario, la narración

ocurre completamente externa a los acontecimientos. El narrador se mueve con

libertad para dar cuenta de los sucesos según considere pertinente. En La Ilíada

esto es inmediatamente evidente en su apertura “La cólera, canta oh musa, del

Pélida Aquíles (...)”. El narrador invoca a la musa para darle la inspiración para

relatar ésta historia. No hay interferencia de ningún tipo, solo el narrador moviendo

su foco de lugar en lugar para abordar lo que cada personaje dice, siente, piensa o

hace.

Foco interno fijo: Se ubica dentro de la conciencia de un personaje dentro del

relato. El narrador es, pues, un personaje explicito dentro de la misma historia que

relata. La narración ocurre principalmente en la primera persona del singular. Un

ejemplo de ésta focalización ocurre en El extranjero de Albert Camus, que es

relatada por completo desde la perspectiva exclusiva del protagonista. El mismo

párrafo con el que abre es perfecta evidencia de esto:

“Hoy ha muerto mamá. O quizá ayer. No lo sé. Recibí un telegrama del

asilo: «Falleció su madre. Entierro mañana. Sentidas condolencias.» Pero no

quiere decir nada. Quizá haya sido ayer.”

Foco interno múltiple: Nuevamente, el foco se encuentra dentro de la narración

misma; la diferencia radica en que éste se mueve entre la conciencia de múltiples

personajes. Usualmente cada personaje experimenta la historia desde su propia

subjetividad pero no es necesario que sean exactamente los mismos

acontecimientos, sino que coincidan eventualmente en un mismo cronotopo; un

mismo lugar y tiempo. Drácula de Bram Stoker es una novela epistolar donde

distintos capítulos o “entradas” pertenecen a distintos personajes:

“A través de su lectura se verá cómo llegaron a ordenarse estos papeles. Eliminé

toda cuestión innecesaria para que la historia, que no se adapta a creencias posteriores,

pueda tomarse como un simple hecho. No hay posibilidad alguna de que la memoria pueda

fallar, pues todos los documentos son absolutamente contemporáneos y reflejan los puntos

de vista y el rango de conocimientos de quienes los escribieron.”

Focalización externa: Se trata de una narración interna a la historia, pero externa a

la conciencia de los personajes; una clase de “narrador incorpóreo” que no forma

parte de la historia, sino que solamente la atestigua. La información que obtenemos

del narrador está limitada por las experiencias observadas por el personaje al que sigue. Además, ésta información puede ser deliberadamente ofuscada o confusa por

esta misma limitación. Quizá un ejemplo aparece en La máquina del tiempo de H. G

Wells:

“El Viajero a través del Tiempo (pues convendrá llamarle así al hablar de él) nos

exponía una misteriosa cuestión. Sus ojos grises brillaban lanzando centellas, y su rostro,  habitualmente pálido, mostrábase encendido y animado.”

2. Análisis de la tablilla siete de “La epopeya de Gilgamesh”

La tablilla siete cambia el tono de la epopeya hasta el punto previo, donde Énkidu

presencia en un sueño la discusión entre los dioses sobre el castigo más apropiado que deberían recibir al haber matado al Toro de los cielos.

Los dioses acuerdan que Énkidu es quien debe recibir el castigo, pues Gilgamesh es

mucho más necesario por su posición de Rey de Uruk. Enkidu, de forma privada, se

lamenta de haber abandonado su vida salvaje e ignorante, y maldice a Shamhat por

haberlo apartado de esta vida, haciéndolo por siempre más débil y, por tanto, menos que su gran amigo. El dios Shamash le reprocha tal actitud, pues su vida ha sido feliz gracias a haber abandonado su estado salvaje para formar parte de la  civilización. Énkidu así pide perdón y ruega bendiciones para Shamhat como forma de  agradecimiento por haberle posibilitado ésta vida. Pese a ésta aceptación de su destino,  no logra llegar a la paz, pues en sueños ve “el país de donde nadie regresa”, un lugar  privado de todo aquello que permite que la vida pueda valer la pena.

Esta tablilla empieza a abordar de forma más explícita uno de los temas centrales del

poema: el valor de la vida, o más bien, de vivir. Énkidu es un reflejo de Gilgamesh, el

primer entra a la civilización, simbólicamente entendiendo su propia mortalidad, y el

segundo recuerda su propia mortalidad al ver a su amigo, igual en fuerza que él, perecer de todas formas.

Énkidu rehumaniza a Gilgamesh en dos formas: mediante su amistad, dándole un nuevo  valor a la vida del rey; y por su muerte, recordandole que él también es mortal.

Es imperdible el uso de la hipérbole a en ésta tablilla en la serie de maldiciones que

Énkidu lanza sobre la hieródula Shamhat, las que son expuestas como tal ante los varios  ejemplos, mucho más concretos y faltos de exageración que Shamash da sobre como  Énkidu tuvo una vida digna de ser vivida.Bibliografía consultada

l El extranjero - Albert Camus https://archive.org/details/el-extranjero-albert-

camus/page/6/mode/2up

l Drácula - Bram Stoker

https://www.suneo.mx/literatura/subidas/Bram%20Sttoker%20Dracula.pdf

l La maquina del tiempo - H. G.Wells

https://portalacademico.cch.unam.mx/materiales/al/cont/tall/tlriid/tlriid4/circuloLec

tores/docs/maquina_del_tiempo.pdf

l Epopeya de Gilgamesh - versión de Agustí Bartra

https://ia800407.us.archive.org/20/items/La_Epopeya_de_Gilgamesh/Gilgamesh.

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