martes, 5 de agosto de 2014

Biblia Libro de Rut

BIBLIA
"EL LIBRO DE RUT"

CAPÍTULO 1

Emigración de la familia de Noemí a Moab
1:
1 Durante el tiempo de los Jueces hubo una gran sequía en el país, y un hombre de Belén de Judá emigró a los campos de Moab, con su mujer y sus dos hijos.
1:2 El hombre se llamaba Elimélec, su esposa Noemí, y sus dos hijos, Majlón y Quilión: eran efrateos, de Belén de Judá. Una vez llegados a los campos de Moab, se establecieron allí.
1:3 Al morir Elimélec, el esposo de Noemí, ella se quedó con sus hijos.
1:4 Estos se casaron con mujeres moabitas —una se llamaba Orpá y la otra Rut— y así vivieron unos diez años.
1:5 Pero también murieron Majlón y Quilión, y Noemí se quedó sola, sin hijos y sin esposo.
1:6 Entonces se decidió a volver junto con sus nueras, abandonando los campos de Moab, porque se enteró de que el Señor había visitado a su pueblo y le había proporcionado alimento.
1:7 Así abandonó, en compañía de sus nueras, el país donde había vivido.

El regreso de Noemí y Rut a Belén
Mientras regresaban al país de Judá,
1:8 Noemí dijo a sus nueras: "Váyanse, vuelva cada una a la casa de su madre. ¡Que el Señor tenga misericordia de ustedes, como ustedes la tuvieron con mis hijos muertos y conmigo!
1:9 Que el Señor les dé un lugar para vivir tranquilas, en compañía de un nuevo esposo". Y las besó. Pero ellas prorrumpieron en sollozos
1:10 y le respondieron: "No, volveremos contigo a tu pueblo".
1:11 Noemí insistió: "Regresen, hijas mías. ¿Por qué quieren venir conmigo? ¿Acaso tengo aún hijos en mi seno para que puedan ser sus esposos?
1:12 Vuélvanse, hijas mías, vayan. Yo soy demasiado vieja para casarme. Y aunque dijera que todavía no perdí las esperanzas, que esta misma noche voy a unirme con un hombre, y que tendré hijos,
1:13 ¿esperarían ustedes hasta que ellos se hagan grandes? ¿Dejarían por eso de casarse? No, hijas mías; mi suerte es más amarga que la de ustedes, porque la mano del Señor se ha desatado contra mí".
1:14 Ellas volvieron a prorrumpir en sollozos, pero al fin Orpá despidió a su suegra con un beso, mientras que Rut se quedó a su lado.
1:15 Noemí le dijo: "Mira, tu cuñada regresa a su pueblo y a sus dioses; regresa tú también con ella".
1:16 Pero Rut le respondió: "No insistas en que te abandone y me vuelva, porque yo iré adonde tú vayas y viviré donde tú vivas. Tu pueblo será mi pueblo y tu Dios será mi Dios.
1:
17 Moriré donde tú mueras y allí seré enterrada. Que el Señor me castigue más de lo debido, si logra separarme de tialgo que no sea la muerte".
1:18 Al ver que Rut se obstinaba en ir con ella, Noemí dejó de insistir.
1:19 Entonces caminaron las dos juntas hasta llegar a Belén. Su llegada conmocionó a toda la ciudad, y las mujeres exclamaban: "¡Pero si esta es Noemí!"
1:20 Ella, en cambio, respondía: "No me llamen más Noemí; díganme Mará, porque el Todopoderoso me ha llenado de amargura.
1:21 Partí llena de bienes y el Señor me hace volver sin nada.
¿Por qué me siguen llamando Noemí, si el Señor da testimonio contra míy el Todopoderoso me ha hecho desdichada?"
1:22 Así regresó Noemí con su nuera, la moabita Rut, la que había venido de los campos de Moab. Cuando llegaron a Belén, comenzaba la cosecha de la cebada.
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CAPÍTULO 2
La generosidad de Booz
2:
1 Noemí tenía, por parte de su esposo, un pariente muy rico llamado Booz, de la familia de Elimélec.
2:2 Rut, la moabita, dijo una vez a Noemí: "Déjame ir a recoger espigas al campo, detrás de alguien que me haga ese favor". "Puedes ir, hija mía", le respondió ella.
2:3 Entonces Rut se puso a recoger espigas en el campo, detrás de los que cosechaban, y tuvo la suerte de hacerlo en una parcela perteneciente a Booz, el de la familia de Elimélec.
2:4 En ese preciso momento, llegaba Booz de Belén y saludó a los cosechadores, diciendo: "El Señor esté con ustedes". "El Señor te bendiga", le respondieron.
2:5 Booz preguntó al capataz: "¿De quién es esta muchacha?"
2:6 El capataz le respondió: "Es una joven moabita que volvió con Noemí de los campos de Moab.
2:7 Ella pidió que le permitieran recoger y juntar las espigas detrás de los cosechadores. Desde que llegó por la mañana, ha estado de pie todo el tiempo, y ahora está aquí descansando un poco".
2:8 Entonces Booz dijo a Rut: "¡Óyeme bien, hija mía! No vayas a recoger espigas a otro campo ni te alejes para nada de aquí; quédate junto a mis servidores.
2:9 Fíjate en qué terreno cosechan y ve detrás de ellos. Ya di orden a mis servidores para que no te molesten. Si tienes sed, ve a beber en los cántaros el agua que ellos saquen".
2:10 Rut se postró con el rostro en tierra y exclamó: "¿Por qué te he caído en gracia para que te fijes en mí, si no soy más que una extranjera?"
2:11 Booz le respondió: "Me han contado muy bien todo lo que hiciste por tu suegra después que murió tu marido, y cómo has dejado a tu padre, a tu madre y tu tierra natal, para venir a un pueblo desconocido.
2:12 Que el Señor te pague lo que has hecho; que te recompense con creces el Señor, el Dios de Israel, al que has acudido para refugiarte bajo sus alas".
2:13 Rut le dijo: "¡Ojalá pueda contar siempre con tu favor! Tú me has consolado y me has hablado amistosamente, a pesar de que ni siquiera soy como una de tus servidoras".
2:14 A la hora de la comida, Booz le dijo: "Acércate aquí; come de este pan y moja tu bocado en el vinagre". Rut se sentó al lado de los cosechadores y él le ofreció un puñado de grano tostado. Ella comió hasta quedar saciada y aún le sobró.
2:15 Cuando se levantó para volver a recoger las espigas, Booz ordenó a sus servidores: "Déjenla recoger también entre las gavillas y no la molesten.
2:16 Más aún, saquen algunas espigas de las gavillas y déjenlas caer, y cuando ella las recoja, no le digan nada".
2:17 Así Rut estuvo recogiendo espigas hasta el atardecer. Luego desgranó lo que había recogido, y era casi una bolsa de cebada.
2:18 Ella tomó el grano, regresó a la ciudad y mostró a su suegra lo que había recogido. También sacó la comida que le había sobrado y se la dio.
2:19 Su suegra le preguntó: "¿Dónde has ido hoy a recoger espigas? ¿Dónde estuviste trabajando? ¡Bendito sea el que se interesó por ti!". Rut contó a su suegra con quién había estado trabajando y le dijo: "Estuve trabajando en el campo de un hombre llamado Booz".
2:20 Entonces Noemí exclamó: "¡Bendito sea de parte del Señor, que no deja de manifestar su bondad ni a los vivos ni a los muertos!". Luego añadió: "Ese hombre es pariente cercano nuestro, es uno de los que tienen el deber de responder por nosotros".
2:21 Rut dijo a su suegra: "Incluso me permitió quedarme con sus servidores hasta que termine la cosecha".
2:22 Noemí le respondió: "Es conveniente, hija mía, que vayas con las servidoras de ese hombre; así nadie te molestará en otro campo".
2:23 Rut siguió recogiendo espigas con las servidoras de Booz, hasta que terminó la cosecha de la cebada y del trigo. Mientras tanto, vivía con su suegra.
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CAPÍTULO 3
El consejo de Noemí a Rut
3:
1 Entonces Noemí, su suegra, le dijo: "Hija mía, yo quisiera conseguirte un lugar seguro, donde puedas ser feliz.
3:2 Por otra parte, Booz, el hombre con cuyas servidoras estuviste, es pariente cercano nuestro. Esta noche él estará aventando la cebada en la era.
3:3 Lávate, perfúmate, cúbrete con tu manto y baja a la era. No dejes que te reconozca antes que termine de comer y beber.
3:4 Cuando se acueste, fíjate en el lugar donde él esté acostado; entonces ve, destápale los pies y acuéstate allí. Después él mismo te indicará lo que debes hacer".
3:5 Ella le respondió: "Haré todo lo que me has dicho".
Rut en la era de Booz
3:6 Rut bajó a la era e hizo todo lo que su suegra le había mandado.
3:7 Booz comió y bebió, y se puso alegre. Luego fue a acostarse junto a la parva de cebada. Ella fue sigilosamente, le destapó los pies y se acostó.
v8 A eso de la media noche, el hombre se despertó sobresaltado, y al incorporarse, vio que había una mujer acostada a sus pies.
3:9 "Y tú, ¿quién eres?", le preguntó. "Soy Rut, tu servidora, respondió ella; extiende tu manta sobre tu servidora, porque a ti te toca responder por mí".
3:10 Él exclamó: "¡Que el Señor te bendiga, hija mía! Tú has realizado un segundo acto de piedad filial, mejor que el primero, al no pretender a ningún joven, ni pobre ni rico.
v11 Y ahora, no temas, hija mía. Haré por ti todo lo que me digas, porque toda la gente de mi pueblo sabe muy bien que eres una mujer decidida.
v12 Es verdad que a mí me toca responder por ti, pero hay otro pariente más cercano que yo.
3:13 Pasa aquí la noche; y mañana, si él quiere ejercer contigo su derecho, que lo haga; de lo contrario, lo haré yo. Te lo juro. Acuéstate hasta que amanezca".
v14 Rut quedó acostada a sus pies hasta la madrugada, y se levantó a la hora en que un hombre todavía no puede reconocer a otro, porque Booz no quería que se supiera que la mujer había venido a la era.
3:15 Entonces le dijo: "Trae el manto que tienes puesto y sujétalo bien". Mientras ella lo sujetó, él midió media bolsa de cebada y puso la carga sobre sus hombros. Después, ella entró en la ciudad.
v16 Cuando llegó adonde estaba su suegra, esta le dijo: "¿Cómo te ha ido, hija mía?" Rut le contó todo lo que el hombre había hecho por ella,
3:17 y añadió: "Me entregó esta media bolsa de cebada, diciéndome que no debía volver con las manos vacías a la casa de mi suegra".
3:18 Noemí respondió: "Quédate tranquila, hija mía, hasta que veas cómo se resuelve todo esto. Seguramente este hombre no descansará hasta arreglar hoy mismo este asunto".
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CAPÍTULO 4
Tratativas de Booz con su pariente
4:
1 Booz subió hasta la puerta de la ciudad y se sentó allí. Cuando pasó por ese lugar el pariente del que había hablado antes, le dijo: "Amigo, acércate y siéntate aquí". El hombre se acercó y se sentó.
4:2 Luego Booz llamó a diez ancianos de la ciudad, diciéndoles: "Siéntense aquí". Ellos se sentaron,
4:3 y él dijo a su pariente: "Noemí ha vuelto de los campos de Moab y ha puesto en venta la parcela de nuestro hermano Elimélec.
4:4 Me ha parecido bien informarte de esto y sugerirte que la compres en presencia de los que están aquí sentados y de los ancianos de mi pueblo. Si tú quieres ejercer tu derecho de rescate, puedes hacerlo; de lo contrario, dímelo para que yo lo sepa. Tú eres el primero que puede ejercer ese derecho, y después vengo yo". El hombre le respondió: "Está bien, lo haré".
4:5 Pero Booz añadió: "Si le compras a Noemí la parcela de campo, también tendrás que casarte con Rut, la moabita, esposa del difunto, a fin de perpetuar el nombre de este sobre su patrimonio".
4:6 Él respondió: "En esas condiciones yo no puedo comprar, porque perjudicaría a mis herederos. Ejerce tú mi derecho, porque yo no puedo hacerlo".
4:7 En Israel existía antiguamente la costumbre de quitarse la sandalia y dársela al otro para convalidar los convenios de rescate o de intercambio. Esta era la manera de testificar en Israel.
4:8 Por eso el pariente dijo a Booz: "Adquiérela para ti", y se quitó la sandalia. Deuteronomio 25, 9-10

La solemne decisión de Booz
4:
9 Entonces Booz dijo a los ancianos y a todo el pueblo: "Ustedes son hoy testigos de que yo compro a Noemí todas las posesiones de Elimélec, de Quilión y de Majlón.
4:10 También son testigos de que tomo por esposa a Rut, la moabita, que fue mujer de Majlón, para perpetuar el nombre del difunto sobre su patrimonio y para que ese nombre no desaparezca de entre sus hermanos ni en la puerta de su ciudad".
4:11 Toda la gente que estaba en la puerta de la ciudad y los ancianos respondieron: "Somos testigos. ¡Que el Señor haga a esta mujer semejante a Raquel y a Lía, las dos que edificaron la casa de Israel!
¡Que llegues a ser poderoso en Efratáy adquieras renombre en Belén!
4:12 Que el Señor te dé una descendencia por medio de esta joven, para que tu casa sea como la de Peres, el hijo que Tamar dio a Judá".

Obed, el hijo de Rut
4:
13 Booz se casó con Rut y se unió a ella. El Señor hizo que ella concibiera y diera a luz un hijo.
4:14 Entonces las mujeres dijeron a Noemí: "¡Bendito sea el Señor, que hoy no te deja faltar quien responda por ti! Su nombre será proclamado en Israel.
4:15 Él te reconfortará y será tu apoyo en la vejez, porque te lo ha engendrado tu nuera que te quiere tanto y que vale para ti más que siete hijos".
4:16 Noemí tomó al niño, lo puso sobre su regazo y se encargó de criarlo.
4:17 Las vecinas le dieron un nombre, diciendo: "Le ha nacido un hijo a Noemí", y lo llamaron Obed. Este fue el padre de Jesé, el padre de David.

Genealogía de David nieto de Obed
4:
18 Esta es la descendencia de Peres: Peres fue padre de Jesrón;
4:19 Jesrón fue padre de Ram; Ram fue padre de Aminadab; 1 Crónicas 2, 5 Mateo 1, 3-6 Lucas 3, 31-33
4:20 Aminadab fue padre de Najsón; Najsón fue padre de Salmá;
4:21 Salmá fue padre de Booz; Booz fue padre de Obed;
4:22 Obed fue padre de Jesé y Jesé fue padre de David. 1 Crónicas 2, 15 Mateo 1, 3-6 Lucas 3, 31-33
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