sábado, 6 de abril de 2024

CAPÍTULO III EL PENSAMIENTO GRIEGO Y ROMANO

 

CAPÍTULO III

EL PENSAMIENTO GRIEGO

LITERATURA CLÁSICA GRECO ROMANA

LITERATURA GRIEGA

RECUERDA LO QUE SABES

1. De acuerdo con las nociones de Historia Universal que posees, ¿en qué contexto histórico ubicas a Grecia? ¿Cuándo da inicio la civilización griega clásica?

2. Menciona por lo menos un personaje histórico de la antigüedad griega. Comenta cuál ha sido su papel en el momento en que le tocó vivir.

3. ¿En qué radica la importancia de este tipo de literaturas en el marco de la literatura universal?

4. ¿Qué aspectos conoces de la cultura griega?

5. ¿Qué te sugieren los siguientes términos: épico, lírico, dramático?

6. ¿Quién era Homero? ¿Qué obras se le atribuyen?

7. ¿Qué entiendes por drama en sentido literario?

8. ¿Qué entiendes por  tragedia?

9. ¿Qué entiendes por comedia?

10.    Menciona por lo menos un autor de tragedias griego y uno de comedias. Además escribe el nombre de una obra de cada uno de ellos.

11.    ¿Has leído algún texto antiguo griego?, ¿cuál?

12.    ¿Sabes de qué manera culmina la civilización griega antigua?

13.    ¿Debido a qué fenómeno histórico se produce la caída de Grecia?

Comentario

En relación con los orígenes de la literatura griega conviene que el alumno lea el siguiente texto que ha de servirle como introducción general al tema aquí tratado y, también, como antecedente para la denominada “Cuestión homérica” que será abordada posteriormente.

Arnold Hauser

Las epopeyas homéricas son los poemas más antiguos que poseemos en lengua griega, pero no pueden ser considerados en modo alguno como la más antigua poesía griega; y esto no sólo porque su estructura es demasiado complicada para corresponder a una época inicial y porque su contenido es demasiado contradictorio, sino también porque la leyenda de Homero mismo contiene muchos rasgos que son incompatibles con el retrato del poeta que podríamos trazar ateniéndonos al espíritu ilustrado, escéptico y frecuentemente frívolo de sus epopeyas. (1968: 85).

El genio griego expresado en la creación literaria.

1.    La raza helénica debe ser concebida desde el punto de vista de la variedad de sus aptitudes. Los griegos sobresalieron precisamente por esta capacidad de adaptación a diversos factores y por la entrega al arte desde diferentes perspectivas. Parece ser que el heleno se mueve en un marco de equilibrio — sofrosyne[1] —que le permite “poner razón en la imaginación, espíritu en el sentimiento y reflexión en la pasión”.[2] (1970: 3).

2.    Destaca de manera particular la imaginación del pueblo griego y su fineza de espíritu. Constatamos, por supuesto, que la imaginación es común a muchos pueblos antiguos, por no decir a todos, pero en los helenos reviste un carácter muy particular; en este sentido su mitología constituye un ejemplo muy claro.

3.    La libertad individual es una marca inequívoca del genio griego. Por ejemplo, sucede a veces que los mismos temas se reiteran a través de generaciones, pero casi nunca la autoridad de los predecesores se impone completamente a los que recién comienzan.

 

 

 

 

 


4.    La lengua griega permite la expresión de este genio creador. Desde sus orígenes posee un carácter musical acentuado y la utilización en poesía de metros diversos autorizaba a comprender la riqueza de esta lengua.  

Actividades

1. Investiga en Internet sobre la cultura de la Grecia clásica. Coméntalo con tus compañeros.

2. Redacta sobre el tema: Un viaje imaginado por tres ciudades de Grecia. Infórmate en Internet sobre esta cuestión para poder desarrollarla con mayor exactitud.

Períodos de la literatura griega

Considerados de una manera breve los principales períodos de la literatura griega, así como sus representantes son los siguientes:

1.           Literatura prehomérica. Reúne una serie de poemas anónimos compuestos con la finalidad de conmemorar aspectos sobresalientes de la vida del hombre griego. Años 2000 al 850 A.C.[3]

2.           Literatura helénica concebida como un fenómeno histórico independiente en el marco del proceso cultural griego. 850-322 A.C.

3.           Época del helenismo. 322 A.C. al 529 D.C.

4.           Período bizantino. 529-1453 D.C.

1. Esta primera etapa se extiende desde los tiempos más remotos hasta la aparición de los poemas homéricos aproximadamente hacia el 850 A.C. Las manifestaciones poéticas iniciales están dadas por himnos entonados a los dioses y canciones en las que se celebraban los diversos acontecimientos de la vida humana: cantos de boda (himeneos), cantos de acción de gracia por la victoria (peanes), lamentos fúnebres (trenos). Además existen poetas legendarios como Orfeo, Lino y Museo cuyo centro artístico se ubica en la región de Tracia.

2. La época helénica nos permite encontrar al pueblo griego

dividido en tres grupos raciales: eolios, dorios y jonios. Puede subdividirse a su vez en período jónico-dórico y período ático.

A la etapa denominada jónica-dórica corresponde el florecimiento de la poesía épica con Homero y Hesíodo fundamentalmente; a ésta sucede la lírica y también encontramos el origen de la tragedia. El centro geográfico está constituido por las colonias griegas del Asia Menor, Eolia y Jonia.

El período ático es el momento de esplendor o apogeo de la literatura griega clásica. Su centro es Atenas. Llega a la perfección el drama en sus dos formas: tragedia y comedia, y la prosa en sus tres formas: historia, filosofía y oratoria.

3. Época del helenismo. Corresponde a una etapa de expansión de la cultura griega lograda gracias a las campañas bélicas de Filipo de Macedonia y Alejandro Magno. Incluye dos grandes momentos:

A. Período alejandrino. Es una etapa de decadencia que se caracteriza por la retórica y la erudición. Teócrito y Calímaco son los verdaderos representantes de este momento.

B. Período greco-latino. A partir del año 146 A.C. se producirá la conquista de Grecia por Roma. En adelante Grecia será una provincia romana que se llamará Acaya. Ahora bien, a pesar de ser los romanos vencedores militares, ellos resultarán conquistados culturalmente por los vencidos.

4. Época bizantina. La cultura bizantina es el resultado de la fusión del helenismo y el cristianismo y no corresponde estrictamente hablando al período clásico de la literatura griega. Temporalmente coincide con el desarrollo de la literatura romana que estudiaremos infra en este libro.

Caracteres literarios

Mencionaremos cuáles son los caracteres esenciales de la literatura griega con el objetivo de proporcionar las bases primordiales para proceder posteriormente al estudio de los textos que incluiremos en el presente volumen.

1.                    Es una literatura regular en lo que tiene que ver con la aparición de los géneros literarios. Es dado observar de qué manera los géneros responden a un orden que históricamente ha de ser el más adecuado; comienzan con la epopeya, sigue lo lírico, posteriormente el género dramático y, por último, la historia, la filosofía y la concepción didáctica de esta misma literatura.

2.                    Espontánea. Conectado con la característica anterior surge el concepto de espontaneidad, es decir, que se trata de una literatura no intencionada que surge naturalmente del genio griego. Dicho de otra forma, la literatura griega clásica es anterior a la formulación de las reglas estéticas. Apenas Aristóteles en el siglo IV en su Retórica y en su Poética concreta en reglas o preceptos estéticos los motivos que inspiraron a los poetas clásicos, quienes con anterioridad a estas reglas compusieron sus obras.

3.                    Clasicismo. Este carácter de la literatura griega puede ser interpretado en varios sentidos:               

A)   Porque ha llevado a cabo un determinado ideal de belleza al que tradicionalmente se le llama clásico; éste se apoya en el equilibrio lleno de armonía que aparece representado en las facultades artísticas del ser humano.

B)   Porque ha servido de modelo a literaturas posteriores que la intertextualizaron[4].

C)   Porque ha alcanzado el mayor logro estético en todos los géneros literarios.

4.                    El creador griego oculta al modelo. Durante mucho tiempo se consideró a la literatura griega como original, es decir, que no tuvieron modelos anteriores. En realidad esta característica es muy discutible puesto que sí existieron modelos que la literatura griega supo ocultar o disfrazar. Estas influencias intertextuales procedían primordialmente de los fenicios y de los egipcios.

Es incuestionable la poderosa capacidad de adaptación que los griegos impusieron sobre el material artístico extranjero.

5.                    Popular. La literatura griega va dirigida al pueblo y es comprendida por él y por ello se considera como popular.

6.                    Aristocrática. Aquí también surge un problema de interpretación, puesto que junto al carácter anterior se impone éste que parece contradictorio; en verdad, la literatura griega es aristocrática por los temas desarrollados; los personajes pertenecen a una clase social superior, no se integran al pueblo, sino que cumplen un papel trascendente distinto.

Curiosamente los griegos aplaudían y admiraban a héroes, semidioses y dioses que no formaban parte de la cotidianidad; por el contrario, se imponían como seres magníficos a los cuales aplaudían y temían a la vez.

 

Actividades

1. Lectura complementaria. Lee los cantos I y II de la Ilíada, así como también los tres primeros de la Odisea. Escribe una cuartilla sobre un personaje que aparezca en cualesquiera de los cantos consultados.

2. Busca un vocabulario de veinte palabras del canto I de la Ilíada y otro de quince palabras del canto II de la Odisea. Recuerda el valor contextual de los vocablos.

3. Comentario: “Las hazañas de Odisea”. Explica todo lo que sepas en torno a este tema.

Nociones generales de mitología griega

Enfoquemos brevemente el inmenso tema de la mitología griega. Lo podemos hacer desde dos puntos de vista: uno, relativo a su condición y características dominantes; el otro, en lo que tiene que ver con los principales dioses y sus funciones.

En primer lugar, la mitología griega es politeísta, es decir, creen y adoran a muchos dioses; en una etapa más avanzada alcanzará el carácter de monolatría, esto es que creen en muchos dioses, pero adoran a uno solo.

Por cierto, la característica dominante de este pensamiento mágico es el antropomorfismo, según el cual los dioses resultan concebidos no sólo con forma humana, sino también con atributos espirituales y físicos que corresponden a los hombres. Estos dioses participan de las naturales limitaciones de la conducta individual de los seres humanos. Sobre todo en Homero encontraremos dioses vengativos, intransigentes, que persiguen causas personales sin tomar en cuenta el bienestar de los hombres; en fin, divinidades que en nada se preocupan por el destino humano, el cual resulta supeditado a la egoísta condición individual de los dioses.

En segundo término, las divinidades más importantes del panteón helénico integran la gran familia olímpica en donde Zeus es el padre engendrador quien desde el Olimpo domina en la tierra y en los cielos.

Zeus destronó a su propio padre Cronos para ocupar su lugar en el mando superior. Se casó con su hermana, la diosa Hera y tuvo muchos hijos, no sólo con ella, sino también con otras divinidades, semidiosas y hembras mortales ilustres.

Poseidón era también hermano de Zeus y dominaba en los mares.

Hades impera en el reino de los muertos que lleva su mismo nombre. Es hijo de Cronos y de Rea y por lo tanto lo unen a Zeus lazos fraternales. Raptó a Perséfone y la convirtió en reina de los reinos de ultratumba.

Entre los numerosos hijos de Zeus mencionamos:

Atenea, quien nació del cerebro de Zeus. Como diosa de la sabiduría protegía las ciencias y las artes.

Apolo es hijo de Latona o Leto y es la deidad del sol y de la luz. En Delos se hallará su principal centro oracular.

Artemisa es hermana de Apolo; diosa de la caza y de la castidad.

Hermes es el dios mensajero del Olimpo. Hijo de Maya, protege a los viajeros y comerciantes.

Hefestos es el herrero divino. Hijo de Hera fue el protector de la industria. Confeccionaba obras maravillosas con la fragua. Cuando Héctor arrebata las armas de Aquiles del cuerpo de su amigo Patroclo, Hefestos le hace otras que tienen una condición divina y espectacular según se narra en el canto XVIII de la Ilíada.

Los dioses que hemos explicado participan en varios acontecimientos de la Ilíada que el estudiante podrá identificar y comentar cuando se dé la oportunidad de hacerlo.

Una anécdota mitológica

Cuenta la mitología griega que la bellísima diosa Tetis es obligada a contraer matrimonio con el anciano rey de la tierra de los mirmidones llamado Peleo; esto acontece para alejarla de la poderosa atracción sexual que por ella sentía Zeus; es más, el destino había determinado con anterioridad que ella fuera la esposa del dios supremo, pero como un oráculo le advirtió al Cronida —hijo de Cronos— que si contraía estas nupcias engendrarían un hijo que lo destronaría, éste decidió relegarla a un plano inferior casándola con un anciano para evitar la maldición del hijo superior. Fueron invitados a las bodas casi todos los dioses, pero por obvias razones se omitió participar a Eris, la diosa de la discordia. Ésta igual se presentó de improviso dejando caer en medio de la concurrencia una manzana de oro que contenía la leyenda: “A la más bella”. Como consecuencia de esta exhortación, tres diosas se disputan la susodicha manzana: Hera, Afrodita y Atenea. El jurado que determinará a quien corresponde el citado trofeo será Paris, un troyano hijo del rey Príamo. Éste se deja seducir por la oferta de Afrodita quien le promete entregarle a Helena, la esposa del rey espartano Menelao. Se produce así el rapto de la reina de Esparta. Del acontecimiento narrado se derivarán cuatro hechos fundamentales:

1. Afrodita quedará entronizada para siempre como diosa de la belleza y protectora de los troyanos; su agradecimiento será eterno hacia quien le había otorgado el preciado tesoro.

2. Hera y Atenea, desdeñadas por el joven príncipe, se convertirán en enemigas acérrimas de los troyanos y protectoras por antonomasia de los griegos.

3. El rapto de Helena constituirá la causa ocasional de la guerra de Troya. Precisamente la Ilíada narra sucesos enmarcados en unos días del sitio de Ilión o Troya.

4. Por último, Tetis engendrará con Peleo un hijo, Aquiles, personaje central de la Ilíada.

Actividades

1. Busca en Internet información sobre “Mitología griega”. Incorpora a tu cuaderno la historia mítica que te haya llamado más la atención.

2. Investiga en Internet sobre la vida y acciones de Hércules y Teseo. Redacta un resumen sobre cada uno de estos personajes.

3. Redacta sobre cualquiera de los temas siguientes: A. Los trabajos de Hércules. B. Teseo y el Minotauro (Asterión). C. Teseo y sus amores con Ariadna.

Homero

Es el gran poeta de la tradición griega y si bien no es el iniciador como quedó explicado supra, sí es el mayor exponente de esta cultura.

Se le atribuyen las dos grandes epopeyas: la Ilíada y la Odisea. No obstante, debe mencionarse al menos la denominada cuestión homérica porque ha dado mucho que hablar en torno a la figura individual del supuesto poeta.

La cuestión homérica

Intenta responder a las preguntas: ¿Existió realmente Homero? ¿Es tan sólo un nombre colectivo que alude a uno o varios creadores de la obra épica?  Se trata de un planteamiento muy extenso y erudito al cual sólo referiremos en líneas generales y prestando atención a las discutidas conclusiones a las que se han llegado.

1. Poeta individual diferenciado cuya cuna sería disputada por varias ciudades de Grecia. Es posiblemente en el presente la teoría más endeble como lo veremos en seguida.

2. Poeta individual que habría creado los núcleos básicos de las grandes epopeyas, los cuales posteriormente serían ampliados por otros poetas que de esta manera enriquecieron a las mencionadas epopeyas. Por ejemplo el tema de la cólera de Aquiles anunciado en el inicio de la Ilíada constituía el núcleo básico conocido como Aquileida; éste fue perfeccionado y amplificado por otros creadores, que por tener la misma cultura de Homero siguieron sus huellas y continuaron creando de manera semejante a él.

3. Teoría de los cantos. Diversos estudiosos reconocieron en la edición final de la Ilíada cantos fundamentales que denominaron “núcleos” y cantos secundarios que aportaban elementos argumentales  y que sólo cumplían con la función de dar unidad a los primeros. Por lo tanto se trataría de una escuela poética denominada de los homéridas que habrían tomado a su cargo la organización de todo este material poético dando como resultado una obra de grupo, no individual.

4. Un Homero colectivo. Resulta particularmente controvertido que la epopeya homérica no pueda ser considerada ni como la creación de un individuo, ni como un producto de la poesía popular, sino como poesía artística anónima, obra colectiva de elegantes poetas cortesanos y literatos eruditos.

5. Otra opinión crítica sostiene que la Ilíada y la Odisea corresponden a autores distintos. La Odisea es más moderna que la Ilíada.

Estas son posiciones adoptadas por la crítica ante la figura de Homero. Podemos sugerir que aunque Homero fuera un hombre de carne y hueso o una escuela poética que llevara su nombre, igual legó a la humanidad el tesoro inmenso de sus cantos.

La epopeya en la narrativa

Se entiende por epopeya a la narración que contiene la historia con forma poética y maravillosa. La epopeya es una de las formas de la narrativa. Señalábamos supra que el género narrativo se diferenciaba fundamentalmente por el cuento y la novela. Ahora podemos agregar el subgénero más antiguo que es la epopeya. Se halla caracterizada por los elementos mítico mágicos y porque en ella los héroes pertenecen a la aristocracia y son muy poderosos; en ocasiones se aproximan al carácter y condición divina.

Actividades

1. Investiga en Internet sobre “Homero”.

2. ¿Sabes que otras obras se le atribuyen a Homero sin ser la Ilíada y la Odisea? Si lo sabes menciónalas. De lo contrario investígalo en la biblioteca en una Historia de la literatura griega, en un diccionario de literatura universal o en Internet.

La Ilíada

Narrador. El narrador de la gran epopeya homérica es omnisciente, es decir que cuenta los acontecimientos desde la perspectiva de quien todo lo sabe y le da a conocer al oyente de antes y al lector de hoy, aquello que él considera necesario para la comprensión y seguimiento estético de la obra.

Título. El nombre Ilíada esconde el verdadero motivo de la epopeya, porque este término significa “de los hechos relativos a la conquista de Ilión”. Al leer esta obra podremos constatar que no se explica en ella el destino de la fortaleza amurallada, ni su conquista mediante la argucia del caballo de madera creada por Odiseo. Se habla en realidad de la cólera de Aquiles y de sus funestas consecuencias, por lo que el verdadero nombre que le habría correspondido era Aquileida. No fue así, posiblemente por el temor del aedo transmisor y creador de los poemas que no quiso proporcionar un signo tan local a su poema. Al llamarle Ilíada estaría habilitado para hablar de todo en general y tratar de difuminar —al menos en parte— el enorme tema del enojo de Aquiles.

Elementos sobrentendidos

Cuando el aedo empieza a contar la historia debemos asumir que existen por lo menos tres elementos sobrentendidos que ya eran conocidos por los oyentes de aquella época. Ya hablamos del primero de ellos, pero falta dimensionar los otros dos. Ellos son:

1. El rapto de Helena.

2. Sacrificio de Ifigenia, la hija del rey Agamenón. Cuando las naves aqueas estaban reunidas en el puerto de Aulis pasaban los días y no había vientos favorables; preocupado por esta inesperada circunstancia Agamenón consulta a los oráculos quienes le dan la terrible noticia del enojo de la diosa Artemisa, la cual exigía   —para otorgar estos vientos— que el rey de hombres sacrificara a su propia hija; se instrumentaba así una venganza de la diosa por acontecimientos del pasado. Agamenón no tuvo más opción que llevar a cabo el nefasto hecho y su partida hacia la conquista de Troya estuvo marcada por este factor tan triste y negativo. Clitemnestra, esposa de Agamenón, no podrá olvidar lo sucedido y al regreso del esposo le hará pagar con su muerte por los excesos del pasado incluido el sacrificio de su querida hija Ifigenia.

3. Saqueo de Crisa. Como acontecimiento inmediato al inicio de la obra, se lleva a cabo el saqueo de la ciudad de Crisa y el rey Crises es derrotado y ofendido; raptan a su hija Criseida y se la entregan al rey de hombres como su esclava.

Temas

Al tema de la “cólera de Aquiles” ya mencionado debemos agregar el “cumplimiento de la voluntad de Zeus” como aspectos centrales en el desarrollo de toda la epopeya. Los dos momentos se ubican: el primero, en el plano humano y nos muestra el profundo egoísmo de Aquiles al sentirse ofendido por las actitudes de Agamenón.  El segundo, en el plano divino y nos lleva a aceptar desde el inicio de la lectura que todo lo que acontezca en la Ilíada sucederá porque Zeus lo permite. Esto último nos conduce a un profundo fatalismo que ha de caracterizar todo el desenvolvimiento de esta cultura.

Tiempo

Los hechos narrados en esta epopeya abarcan tan sólo cincuenta y un días del sitio de Troya, los cuales son contados en los veinticuatro cantos que integran la Ilíada.

Espacio

Se divide en espacio divino y espacio humano. En el divino —ubicado prioritariamente en el monte Olimpo— los dioses se reúnen y planean el destino humano; se observa de esta forma como los hombres funcionan a manera de marionetas que las divinidades y el hado funesto conducen a su antojo.

El espacio humano corresponde a las naves de los aqueos, la ciudad de Troya y la llanura respectiva.

Veamos a continuación un fragmento del canto 1 de la Ilíada.

Ilíada. Canto 1. Fragmento.

Preludio. Peste y disputa.

 

¡Canta, oh diosa la funesta cólera de Aquiles, hijo de Peleo, que causó innumerables sufrimientos a los aqueos y envió antes de tiempo al Hades a muchas almas de héroes fuertes cuyos cuerpos fueron presa de los perros y de todas las aves de rapiña! Se cumplía la voluntad de Zeus desde el día en que se enemistaron temibles, separándose después, el hijo de Atreo, rey de hombres, y el divino Aquiles.

¿Cuál de los dioses, los hizo chocar a ambos entre sí para que combatieran? El hijo de Zeus y de Leto, irritado contra el rey por el ultraje que hizo a Crises, su sacerdote, originó en el ejército una cruel enfermedad que hacía perecer a la tropa. Crises, con intención de recobrar a su hija, se presentó ante las naves de los aqueos portando innúmeros rescates y sosteniendo en sus manos las ínfulas de Apolo el Arquero, que colgaban de su cetro de oro, y le suplicó a todos los aqueos, en especial a los dos hijos de Atreo, caudillos de pueblo:

·         ¡Hijos de Atreo, y demás aqueos de bellas grebas. Quieran los dioses que habitan las moradas del Olimpo, concederos arrasar la ciudad de Príamo y retornar salvos a vuestros hogares. Devolvedme a mi hija y recibid este rescate en honra al hijo de Zeus, Apolo el Arquero!

Todos los aqueos aprobaron por aclamación que se reverenciase al sacerdote y se admitieran los espléndidos regalos.

Esto no complació el ánimo de Agamenón, el hijo de Atreo, quien lo corrió sin la menor consideración, ordenándoles bajo su mandato:

·         ¡No vuelva ya a encontrarte, anciano, cerca de las naves, ahora ni nunca, si piensas regresar después, ya que tal vez no te valgan ni el cetro, ni las ínfulas del dios! A ella no la dejaré libre; antes ha de envejecer en mi palacio de Argos, lejos de su patria, yendo y viniendo al telar y compartiendo mi lecho. Vete, no me irrites más, si deseas partir sano y salvo.

Ante tales amenazas se atemorizó él, que era anciano, y presto obedeció el mandato. Dirigió en silencio sus pasos por la orilla del mar, sordamente ruidoso. Una vez que se halló lejos,  imploró lleno de fervor el anciano al rey Apolo, hijo de Leto de hermosa cabellera:

-¡Escúchame, dios del arco de plata, tú que proteges a Crisa y a la divina Cila y ejerces gran poderío en Ténedos! ¡Oh Esmintio! Si alguna vez te has complacido en uno de los recintos sagrados que haya erigido hasta techarlo en honor tuyo; si he quemado para ti muslos grasosos de toros o de cabras, cumple mi deseo. ¡Haz que los dánaos paguen mis lágrimas con tus flechas!  Así dijo en su plegaria, y Febo Apolo lo escuchó. (1968: 33-34).

 

Comentario

El canto comienza con una invocación que el narrador dirige a la diosa Mnemosine: “Canta, oh diosa la cólera de Aquiles”. La invocación en las epopeyas es muy importante e involucra valores de diferente naturaleza. Entre ellos señalamos:

La imparcialidad, modestia del genio, elemento de estilo propio de las epopeyas, veracidad, canto a una diosa propiciadora del conocimiento, factor poético dominante desde el momento en que el canto constituye el inicio de la composición, recurso de la “máscara poética”, porque alguien hablará en lugar de quien aparentemente elabora el discurso.

La presencia del anciano Crises que viene a suplicar por su primogénita ante Agamenón revela la capacidad de movimiento de un personaje que desea salvar a su hija del destierro y la esclavitud. El anciano es expulsado y suplica a Apolo, quien vengará en todos los griegos lo que le han hecho a su sacerdote.

Actividades

1. Lectura complementaria. Lee los cantos VI, XVIII y XXIV de la Ilíada.

2. Comenta cualquiera de los temas siguientes:

A. Encuentro y diálogo entre Héctor y Andrómaca. Canto VI.

B. Fabricación de las armas de Aquiles por Hefestos. Lo divino y lo humano.

C. Los funerales de Héctor. Canto XXIV.

 

Comentario

En la última escena del canto VI se relata el tierno encuentro amoroso entre los esposos. Andrómaca sabe que Héctor morirá en el combate por culpa de su temeridad y audacia. Porque desea conservarlo a su lado se atreve a darle consejos militares que el héroe rechaza.

El canto consta en total de cinco escenas que son las que siguen:

A. En el campo de batalla.

a. Diálogo entre Héctor y su hermano Heleno; este último le ordena a Héctor que vaya a Ilión para pedir a las mujeres que invoquen a Atenea con el fin de que ésta aleje a Diomedes del combate e impida así que continúe matando troyanos con su vigor.

b. Encuentro entre Glaucos (soldado troyano) y Diomedes (soldado griego ya mencionado). En medio de la batalla se reconocen como antiguos huéspedes familiares y se abrazan como amigos dejando a un lado la batalla

B. En la ciudad de Ilión.

a. Héctor conversa con su madre Hécuba.

b. Héctor va a las habitaciones de Paris y dialoga con él y con Helena. Suplica a Paris que regrese al combate.

c. Encuentro con su esposa Andrómaca

Otros aspectos del canto I.

1.           La asamblea en el ágora demuestra la capacidad de desarrollo oral del pueblo griego. Saben pelear, pero también saben manifestar su pensamiento en defensa de sus ideas. Dos son los antagonistas en este enfrentamiento: Agamenón y Aquiles y ambos defienden lo suyo.

2.           Otros personajes que se involucran con la pelea e intentan dar su punto de vista: Calcas Testórida, Atenea, Néstor.

Fragmento del canto XXII: muerte de Héctor.

Esto era lo que pensaba, sin moverse de su lugar, cuando llegó Aquiles junto a él, semejante a Ares, con su temible casco guerrero y blandiendo sobre el hombro derecho la terrible lanza de fresno del Pelión. Relumbraba en torno suyo el bronce, semejante al resplandor de fuego que llamea o la salida del sol. Desde que lo vio Héctor, se estremeció de terror y no soportó permanecer ahí durante más tiempo, sino que dejó las puertas atrás y partió aterrorizado; pero el hijo de Peleo fue tras él, confiando en sus veloces pies. Así como el halcón, la más veloz de las aves, se lanza con facilidad desde lo alto de la montaña sobre una temblorosa paloma; el ave huye bajo el ataque del halcón; pero éste se acerca, lanza agudos gritos y multiplica sus acometidas, con el deseo que lo impulsa para prender con sus garras la presa; asimismo, llevado por su ardor volaba Aquiles hacia delante en línea recta, mientras que en su temor Héctor huía al pie de la muralla de los troyanos y movía rápido sus piernas. Ambos, alejándose más de la muralla, pasaron por la atalaya y la higuera silvestre, agitada por los vientos; yéndose por el camino de los carros, llegaron al borde de dos fuentes de hermosa corriente, en el punto donde nacen los manantiales que alimental al Escamandro. Una, hace correr agua caliente y la eleva como fuego ardiente, del que levanta una nube de vapor. La otra, durante el estío, esparce una ola semejante al granizo, a la helada nieve o al hielo que forma el agua. Ahí cerca de aquéllas, había grandes lavaderos de piedra, donde las mujeres y las hermosas muchachas de Troya lavaban sus esplendentes vestidos, antes, en los días de la paz, cuando aún no habían llegado los aqueos. Pasaron por ahí corriendo, huyendo uno, y el otro persiguiéndolo de cerca. Delante, un valiente que huía, pero más valiente el que le perseguía, con toda la fuerza de sus piernas. Ellos no luchaban por ganar una víctima o una piel de buey, cuáles son los premios de una competencia de carreras; sino por la vida de Héctor, domador de caballos. Así como para disputar el premio: una trípode o una mujer, y estos juegos se celebran en honor de un difunto; así también ambos dieron tres vueltas alrededor de la ciudad de Príamo, impulsados por sus rápidas piernas. Todos los dioses contemplaban el espectáculo, y el Padre de los dioses y de los hombres fue el primero el tomar la palabra:

·         ¡Ay! Mis ojos contemplan a un hombre amado por mí, perseguido alrededor de la muralla. Mi corazón se compadece de Héctor que ha quemado en mi honor tantos muslos de buey en las cimas de Ida y otras veces en las partes más altas de Troya; pero ahora lo persigue alrededor de la ciudad de Príamo el divino Aquiles, de los pies ligeros. Pero, vamos, dioses, deliberad y consultad entre vosotros si lo salvamos de la muerte, o ya lo dejamos perecer bajo las manos de Aquiles, aunque sea valiente.

Entonces habló Atenea, la diosa de glaucos ojos:

·         ¡Padre, que lanzas el blanco rayo y reúnes las negras nubes! ¿Qué palabras proferiste? ¿Quieres librar de la execrable muerte a un hombre marcado hace mucho por su destino, a un mortal? Hazlo; pero no todos los demás dioses te lo aprobaremos.

Zeus le contestó:

·         No temas, Tritogenia, hija mía. Yo no hablo con firme decisión y quiero complacerte. Sigue tus proyectos y no tardes más.

Con sus palabras, Zeus excitó aún más el valor ya ardiente de Atenea, quien descendió de un salto desde las cimas del Olimpo.

Mientras tanto, el veloz Aquiles perseguía a Héctor sin descanso y lo acorralaba cada vez más. De igual manera como el perro persigue al cervatillo en los montes por las grietas y los huertos, habiéndolo levantado del venadero; si se le escapa y se esconde bajo la maleza, el perro corre sin descanso y le sigue la pista hasta que lo ha encontrado; así también Héctor no llegaba a escapar de la rápida mirada de Aquiles. Cada vez que se iba frente a las puertas dardanias, pensaba saltar bajo la muralla bien construida, con la esperanza de que los dardos de los troyanos pudieran protegerlo desde lo alto de aquélla; más Aquiles se le adelantaba y lo desviaba hacia la llanura, pero él volaba sin descanso del lado de la ciudad. Como en los sueños el que persigue no puede alcanzar al que huye; uno no puede librarse del otro ni el otro perseguirlo; así Aquiles no podía alcanzar a Héctor en la carrera, ni tampoco Héctor escaparse de él. ¿Cómo hubiera podido Héctor escapar de las diosas de la muerte, si Apolo por último y como acto final no se le hubiera acercado, reanimado su valor y puesto agilidad a sus piernas? En ese momento Aquiles hizo a sus guerreros un signo con la cabeza; lo defendía de que lanzaran  contra Héctor los amargos dardos, porque temía que otro se le adelantara y le quitara esa gloria y llegase él en segundo lugar. Pero cuando por cuarta vez regresaron cerca de las fuentes, el Padre desplegó su balanza de oro y colocó dos suertes, la de Aquiles y la de Héctor. Levantó por en medio el astil, y fue el día fatal de Héctor el que se inclinó y descendió hasta el Hades. Entonces Febo Apolo lo abandonó. Atenea, la diosa de glaucos ojos, se acercó al hijo de Peleo y deteniéndose junto a él le dijo:

·         Ahora es, glorioso Aquiles, amado de Zeus, cuando vamos ambos a llevar hacia las naves una gloria para los aqueos; al inmolar a Héctor, por más insaciable de combate que sea. Ya no le quedará esquivarnos, aun así Apolo, postrándose a los pies del padre Zeus se lo suplicara. Así pues, detente en este momento y toma aliento. Voy a acercarme a él y a convencerlo de que combata frente a frente.

Esto dijo Atenea, y Aquiles le obedeció y su corazón se llenó de gozo. Se detuvo y se apoyó sobre su lanza de fresno con punta de bronce. La diosa se retiró, y tomando la talla y la voz incansable de Deífobo, fue a encontrarse al divino Héctor, y deteniéndose cerca de él le dijo:

·         Querido hermano. El veloz Aquiles te oprime ya en demasía, persiguiéndote con sus veloces pies alrededor de la ciudad de Príamo; pero vamos, detengámonos y hagámosle frente desde aquí.

El gran Héctor respondió:

·         Deífobo, antes, habías sido el más amado de mis hermanos y de todos los hijos que nacieron de Hécuba y de Príamo; pero ahora, creo que debo honrarte más en mi corazón, tú que te has atrevido a salir fuera de la muralla, cuando tus ojos me vieron, mientras todos los demás se hallaban encerrados ahí.

Atenea le dijo:

¡Amado hermano. Mi padre y mi venerable madre me suplicaron varias veces abrazando mis rodillas, así como los amigos que estaban cerca, que me quedara donde estaba; muy grande era el terror que los hacía temblar a todos; pero mi corazón estaba consumido por el peso del dolor! Así pues, llevados por nuestro ardor, combatamos, sin dar descanso a nuestras lanzas, para saber si Aquiles, habiéndonos dado muerte, llevará a sus naves nuestros sangrantes despojos, o si él será vencido por tu lanza.

Hablando así Atenea, avanzó primero para engañarlo; pero cuando ya estaban cerca, frente a frente, dijo Héctor:

·         Ya no huiré más, como antes, hijo de Peleo; tres veces emprendí la fuga alrededor de la gran ciudad de Príamo y jamás me detuve para atacarte; ahora mi espíritu me impele a enfrentarme a ti, seguramente te mataré o seré muerto. Vamos, confiémonos a los dioses ahora, porque serán los mejores testigos, garantes de lo que acordemos. De mi parte yo no te ultrajaré con ignominia, si Zeus me concede la victoria de arrebatarte la vida; pero cuando te haya despojado de tus famosas armas, entregaré tu cuerpo a los aqueos. Tú jura hacer lo mismo.

Aquiles, mirándole torvamente le dijo:

·         Héctor, el más cruel de los guerreros. No vengas a hablarme de acuerdos; porque entre leones y hombres no hay juramentos seguros; los lobos y los corderos no tienen su alma animada de iguales sentimientos, mas no cesan de buscar dañarse unos a otros; asimismo no hay amistad posible entre tú y yo, ningún juramento podrá ligarnos antes que uno de los dos haya caído y saciado con su sangre a Ares, el guerrero de dura piel. Recuerda tu antigua valor. Ahora es cuando se necesita ser buen lancero y combatiente. No tienes ningún medio de huir; sobre el campo de batalla Palas Atenea va a vencerte por medio de mi lanza y éste es el momento en que de un solo golpe pagarás todos los duelos de mis compañeros, a los que enloquecido mataste con tu lanza.

Dijo, y blandiendo su lanza de larga sombra, la arrojó; pero el formidable Héctor la vio venir y la supo evitar al verla llegar, hurtando el cuerpo. La lanza de bronce voló por encima y fue a clavarse a la tierra; pero Palas Atenea la sacó y se la devolvió a Aquiles sin que la viera Héctor. Entonces éste le dijo al hijo de Peleo:

·         Tú has errado, Aquiles, semejante a los dioses; aún Zeus no te había ordenado mi destino. Hablaste bien por tanto, pero sólo como buen hablador, como engañador, deseoso de que presa del miedo, olvidase mi ímpetu y mi valor. No. Tú no plantarás tu lanza en la espalda de un fugitivo; yo camino de frente a ti. Rechaza la mía si el cielo te lo permite, y ahora esquiva mi lanza de bronce. Ojalá pudieras llevártela entera en tu piel. La guerra sería más fácil para los troyanos, si llegas a morir, porque eres para ellos el peor de los azotes.

Dijo, y blandiendo su lanza de larga sombra, la arrojó; tocó al hijo de Peleo en el centro del escudo, no erró; pero la lanza rebotó fuertemente lejos del mismo. Héctor se irritó de que un tiro tan veloz hubiera salido inútilmente de su mano, y se detuvo bajando la cabeza. Con fuerte grito llamó a Deífobo, el del brillante escudo; le pidió una lanza fuerte, pero la figura de su hermano ya no estaba cerca de él. Héctor comprendió todo en su corazón, y dijo en voz alta:

·         ¡Ay! Los dioses quieren ciertamente que muera. Yo creía que el héroe Deífobo estaba junto a mí; pero él se halla en nuestras murallas y Atenea me ha engañado. He aquí que en este momento la cruel muerte está cerca; no se halla lejos de mí, ni es posible evitarla. Cuando contaba con la benevolencia de Zeus y de su hijo Apolo, ellos se mostraban hasta hace poco como mis bienhechores y me libraban del peligro. Ahora mi destino me alcanza ya. Sin embargo, no quisiera perecer sin esfuerzo, ni gloria, sino después de haber cumplido una hazaña digna de que la conozcan los hombres del mañana.

Hablando así, desenvainó la puntiaguda espada que llevaba grande y sólida junto a su costado, y encogiéndose sobre sí mismo, se lanzó como el águila que, volando desde lo alto de los aires, desciende al campo a través de las densas nubes para arrebatar una tierna cordera o una tímida liebre; así acometió Héctor blandiendo su aguda espada. Aquiles a su vez saltó con el corazón rebosante de salvaje ardor. Cubrió su pecho con el escudo fabricado con artística belleza; el brillante casco de cuatro capas, se inclinaba sobre su cabeza y las hermosas crines de oro que Hefesto puso alrededor del penacho ondeaban por todas partes. Como un astro que se adelanta en medio de las estrella en el profundo silencio de la noche, como el Véspero, la más bella, que en él tiene su sitio; así brillaba la aguda lanza que Aquiles blandía por la derecha, pensando en la ruina del divino Héctor, y buscando sobre la hermosa piel el sitio donde penetrara mejor; pero las bellas armas de bronce que él tenía, después de haber matado y despojado violentamente al fuerte Patroclo, cubrían su cuerpo por todas partes y no aparecía vulnerable más que un solo punto, donde las clavículas separan al cuello de la espalda: la garganta, por donde se escapa el alma con máxima violencia. Fue hacia ahí donde arrojó su lanza contra el valiente Héctor. Su cuello delicado fue atravesado de parte a parte por la punta, hasta la cerviz; sin embargo el pesado bronce de la lanza de fresno no le cortó la tráquea; pudo por lo tanto hablar y balbucear algo todavía. Héctor cayó en el polvo y el divino Aquiles gritó exultante:

·         ¡Héctor! ¡Te decías, sin duda, que al despojar a Patroclo quedarías impune, y tú, insensato, no considerabas que yo permanecía apartado; pero lejos de aquí, atrás y cerca de las naves, se mantenía un vengador mucho más fuerte que él: era aquel que acaba de quebrantar tus rodillas! A ti, los perros y las aves de rapiña te desgarrarán ignominiosamente, mientras que a Patroclo los aqueos le rindieron los honores fúnebres.

Le respondió Héctor con voz desfalleciente:

·         Te suplico por tu vida, por tus rodillas y tus padres, que no dejes que los perros me devoren junto a las naves aqueas; acepta todo lo que quieras de bronce y de oro; presentes que te harán mi padre y venerable madre. El cuanto al cuerpo, mándalo a mi palacio, para que los troyanos me coloquen en la pira.

Con torva mirada, le respondió Aquiles:

·         ¡No me supliques, perro, ni por mis rodillas, ni por mis padres! Cómo quisiera que mi ira y mi deseo me impulsaran a cortar tus carnes en pedazos y a comérselos crudos por todo el daño que me has hecho. No, nadie podrá alejar a los perros de tu cabeza, aunque vinieren a depositar aquí diez o veinte veces más fuertes rescates y me prometieran además otros bienes; ni si el mismo Príamo, hijo de Dárdano, mandara que se te redimiera pesándote y dando otro tanto de tu peso en oro; ni aun a ese precio la venerable madre que te dio a luz, te llevaría, después de haberte colocado en el lecho fúnebre, sino que los perros y las aves de rapiña te devorarán por entero.

A punto de exhalar el último suspiro respondió Héctor:

·         Realmente, ahora te veo tal como te conocí. No debí tratar de persuadirte, pues tiene un corazón de hierro. Reflexiona ahora que mi suerte no te valga el rencor de alguno de los dioses, el día en que Paris y Febo Apolo te hagan perecer, por valiente que seas, delante de las Puertas Esceas.

Con estas palabras lo cubrió el término de la muerte; su alma, volando de su cuerpo se fue al Hades, gimiendo sobre su suerte fatal, abandonando el vigor y la juventud. Ya había muerto cuando Aquiles le dirigió estas palabras:

-¡Muere! En cuanto a mí se refiere, acogeré a la diosa de la muerte, cuando Zeus y los demás dioses inmortales quieran enviármela. (1968: 118-123).

Comentario

La muerte de Héctor constituye uno de los momentos más trágicos de esta epopeya. Aquiles actúa con profundo rencor y ni siquiera le concede le promete devolver su cadáver. Cuando muere Héctor tiene conciencia de que los dioses lo han traicionado.

Actividades

1. Ubica por lo menos seis figuras literarias que aparezcan en el texto anterior y catalógalas de acuerdo con el estudio realizado al hablar de poesía lírica.

2. Busca un vocabulario de por lo menos veinte palabras. Recuerda el valor contextual de las expresiones.

3. Comenta la muerte de Héctor desde la perspectiva del odio de Aquiles hacia su rival.

Hesíodo

Es el primer poeta de Occidente que se nos aparece formulando sus propias inquietudes. Si es probable que sus poemas pertenecen aproximadamente al año 700, esto significa que se encuentran muy próximos a la época de origen de las epopeyas homéricas. Como diferentes momentos delatan en Hesíodo su parentesco con pasajes homéricos, se ha tratado de atribuir a Hesíodo partes de la Odisea. En esta obra se reconocen normas de valor de la aristocracia y una presencia pronunciada de ideas éticas semejantes a las que encontramos en Hesíodo.

Hesíodo, a diferencia de Homero, se encuentra alejado del mundo jónico. Su padre era natural de Cime, es decir, de la parte del Asia Menor colonizada por los eolios. Había tratado de enriquecerse dedicándose al comercio marítimo, pero debido al fracaso, tuvo que dejar su patria estableciéndose en Beocia, en el pueblo de Ascra, en las proximidades de Tespias. Allí fue creciendo Hesíodo y, a pesar de no tener sus raíces en la Grecia central, la riqueza en tradición antiquísima y la idiosincrasia tosca y vigorosa de esta región, influyó de manera decisiva en su carácter y poesía.

En su juventud vivió como pastor en las montañas. Su mundo es el de los pequeños campesinos, que, si bien eran libres, tenían que mantener una dura lucha por la existencia.

Hesíodo mismo nos ha relatado en el proemio a su Teogonía la experiencia más importante de su vida. Mientras pastoreaba sus ovejas en el Helicón, se le aproximaron las musas, envueltas en una niebla espesa, provenientes de la cima de la montaña donde danzaban en coro. Las musas lo hicieron cantar, pero su encuentro con la literatura fue decisivo para que fuera capaz de hacerlo de la manera que lo muestran sus versos.

En la Teogonía hallamos una tradición de procedencia diversa. Nos presenta, por una parte, un desarrollo, y por otra, un estado en el que se encuentra el mundo en que debemos vivir. En la Teogonía, la línea principal del desarrollo está dada por la sucesión de las tres deidades que han gobernado el mundo: Urano Cronos y Zeus. La Teogonía refleja la obra propia de Hesíodo como elemento esencial dentro de la literatura antigua, ya que además habla de una cosmogonía en donde se descubre el caos.

También en los Erga nos encontramos con una configuración muy peculiar. A este poema se le da a menudo el título de “Los trabajos y los días”. La parte auténtica sólo podemos llamarla poesía didáctica si a este término le agregamos las propiedades de la variedad y riqueza temáticas arcaicas.

La primera parte de los Erga se halla determinada en su estructura íntima por dos antítesis. El punto de partida lo constituye un caso concreto, la disputa entre Hesíodo y su hermano Perses, motivada por la repartición de la herencia paterna. El poeta tiene amarga experiencia del sentido de justicia de los señores de la nobleza. Lo particular, empero, sólo es punto de partida para abarcar lo general e interrogarse acerca de las fuerzas conservadoras de la existencia humana. El segundo par de antinomias nos lleva al núcleo del pensamiento de Hesíodo, que ya se nos volvió visible en la Teogonía. Se trata de la lucha que tiene lugar en el alma del poeta entre una valoración pesimista de este mundo y la fe devota en normas de un valor absoluto.

En los Erga, se llega a una conclusión: El esfuerzo y las molestias son propios de la existencia humana, ya que los dioses no le han permitido al hombre un fácil sustento.[5] (1989: 114-130).

Actividades

1. Lectura complementaria. Lee un pasaje de la Teogonía de Hesíodo y explica por escrito algunos contenidos mitológicos que allí aparezcan.

2. Redacta sobre el tema: Vida y acciones de Zeus. Para recabar información recurre a la Teogonía y a Internet.

Género lírico

El género lírico en el marco de la literatura griega clásica incluye nombres tan importantes como Calino, Tirteo, Mimnermo, Solón, Jenófanes, Focílides, Teognis, Arquíloco, Hipónax, Safo, Alceo, Anacreonte, Alcman, Estesícoro, Íbico, Baquílides y Píndaro. En este libro sólo haremos referencia a algunos de ellos —los más importantes— e incluiremos pasajes representativos de sus obras más destacadas.

Actividades

1. Que cada grupo busque en Internet o en una Historia de la literatura griega los datos fundamentales sobre la vida y la obra de dos poetas de los arriba enlistados. En actividad conjunta se presentarán los resultados de las búsquedas grupales que serán comentadas en el pleno de la clase como introducción al estudio de la poesía lírica en Grecia.

Veamos a continuación algunos poetas.

SAFO (1988: 105-117).

Hija de Cleide y Escamandrónimo, nació en Ereso, villa de la isla de Lesbos. Vivió entre el siglo VII y el VI a. C., muy probablemente en el espacio comprendido del año 620 al 550. tuvo tres hermanos: Lárico, Caraxo y Euritio.

Cuando Lesbos era trastornada por las contiendas civiles, ella sufrió el destierro y fue a dar a Sicilia. Admitida más tarde por el tirano Pítaco, volvió a Mitilene, donde su casa se convirtió en una suerte de escuela donde las mujeres aprendían las letras, la música y la danza.

La leyenda –falsa según toda evidencia- narra que, no correspondida por Faón, a quien amaba, se arrojó desde la roca Leucada.

Y ahora estamos ya ante el puro deslumbramiento de la poesía, cantada por una de las más claras voces de todos los tiempos.

La naturaleza femenina en sus más delicados y pasionales matices, en sus más inexplorables honduras, se descubre en estos versos donde la sabiduría del oficio es tanta que, pese a las exigencias propuestas por una multiplicada variedad métrica y estrófica, la expresión en ellos plasmada se aparece como fácil y natural.

Entre la formas métricas empleadas por ella, pueden mencionarse la estrofa sáfica, los versos gliconios, la tetrapodia dactiloide, el asclepiadeo, el paragliconio, el cretogliconio y el falecio, el trímetro, el tetrámetro cataléctico y el pentámetro eólico.

El conjunto de su obra fue dividido por los alejandrinos en nueve libros. De ese conjunto conocemos algunas odas y cierta abundancia de fragmentos.

Actividades

1. En un diccionario investigue el alumno la significación de cada una de las formas métricas empleadas por Safo. Redacta el vocabulario de éstas.

2. Investiga en Internet sobre la vida y obra de esta poetisa griega. Integra a tu cuaderno aquellos elementos que sean novedosos.

Veamos a continuación algunos poemas de Safo.

1

De vario trono inmortal Afrodita

Hija de Zeus que trenzas dolos, te oro:

Ya no con penas ni pesar me domes,

Oh santa, el alma.

Pero aquí ven, si alguna y otras veces,

Con escuchar la voz, de lejos, mía,

Me oíste, y del padre la mansión dejando,

Viniste, el áureo

Carro enyugando; y te llevaban bellos,

Sobre la tierra negra, raudos pájaros,

Las alas por el cielo, a medio el éter,

Densas batiendo.

Sin dilación llegaron. Tú, oh dichosa,

Dulce sonriendo en tu inmortal semblante,

Qué me afligía otra vez, pediste, y qué, otra

Vez, te impenetraba,

Y qué muy mucho que ocurriera ansiaba

A mi alma insana. “¿A quién, otra vez, quieres

Que Peito lleve a tu pasión? Oh, Safo:

¿Quién te maltrata?

Y pues, si huye, ha de seguirte en breve,

Y ha de donarlos, si no acepta dones,

Y si no ama, habrá de amar en breve,

Aun no queriéndolo”.

Ven a mí ahora, y suéltame de graves

Cuitas, y cumple, para mí, todo eso

Que el alma anhela que se cumpla, y séme,

Tu misma, aliada.

Comentario

Este es el “himno a la diosa Afrodita”. Los temas míticos continúan prevaleciendo y el sujeto lírico busca consuelo y protección en la diosa del amor. Estos amores son contrariados y sólo la intercesión de Afrodita puede hacer que las cosas cambien.

Otro poema en el que prevalecen los celos es el que sigue:

2

Que es a los dioses, me parece, símil

El hombre aquel que frente a ti se sienta

Y que te escucha, cerca, mientras hablas

Plácidamente

Y amable ríes; lo que a mí, por cierto,

Dentro del pecho el corazón me espanta.

Pues en cuanto te miro apenas, nada de voz me queda;

Pero la lengua se me quiebra; al punto,

Fuego sutil bajo la piel discurre,

Y con los ojos nada miro, y zumbos forma el oído,

Y el sudor se me esparce, y me acomete

toda un temblor, y verde más que hierba 

soy, y distante poco de haber muerto

parezco, Agálide.

Mas de sufrirse ha todo...

Actividades

1.           Busca el vocabulario del poema anterior y anótalo en tu cuaderno.

 

 

Comentario

El tema de la desesperación individual ante el alejamiento de la pareja es notorio aquí. También se ahonda en el motivo de la comunicación humana.

Actividades

1. Comenta uno de los dos poemas anteriores y resalta el sentimiento expresado en cada uno de ellos, así como también las figuras literarias que encuentres.

Veamos otras composiciones:

3

Los astros, pues, junto a la bella luna,

Ocultan luego su luciente forma

Cuando, muy mucho, plena fulge sobre

Toda la tierra.

...Argértea.

4

Unos, el arma de jinetes, dicen;

Unos, de peones; la de naves otros,

Es lo más bello de la negra tierra;

Yo, lo que uno ama.

Y eso hacer claro a todos, es bien fácil.

Pues la que la belleza de las gentes

Venció con mucho, Helena, a su marido,

De sobra el óptimo,

Dejando, a Troya se partió a la vela.

Y no de la hija ni los caros padres

Se acordó en nada, pero, enamorada,

La desvió Cipris.

....................

....................

y hoy me tomó el recuerdo de Anactoria

no convecina,

de quien quisiera, encantador, el paso

ver, y del rostro el resplandor luciente,

más que los lidios carros y que, en armas,

a los infantes.

5

...llégate, Cipris,

en los dorados cálices vertiendo

mezclado el néctar delicadamente

con las delicias.

Actividades

1. Busca en Internet cinco poemas de Safo y transcríbelos en tu cuaderno.   

2. Explica cuál es el tema de cada uno de esos cinco poemas.

3. Redacta sobre el tema: “Escribí mi primer poema cuando tenía ____ años. ¿Qué sentí al hacerlo? ¿Qué necesidad espiritual me llevó a ello? O también: “Nunca he escrito un poema, pero desearía hacerlo.”

ANACREONTE (1988: 143-150).

Hijo de Escitino, nació en Teos, ciudad de la Confederación Jónica, alrededor del año 572 a. C. En la misma Teos murió a la edad de 85 años. Vivió, pues, entre los siglos VI y V.

Poeta principalmente del amor, el canto y la ebriedad, encuentra en ellos el sentido de la existencia humana. Perdida la juventud, lamenta con amargura o melancólica risa la decadencia senil: los dientes viejos, las canas, la fatiga. Llega a desear la muerte, sola liberación verdadera de todo sufrimiento.

Su versificación es variada, elegante y muelle. Los alejandrinos clasificaron su obra en elegías, yambos y poemas ligeros.

Sólo pocos fragmentos de poemas auténticamente suyos, han permanecido. Las llamadas Anacreónticas, escritas evidentemente en época posterior, sin razón se le han atribuido.

 

 

Actividades

1. Busca la significación de “alejandrino, elegía, yambo” como formas métricas empleadas por este autor.

Lee los poemas siguientes.

1

Con roja bola de nuevo

Eros de áurea crin, tirándome,

Llama a jugar con la niña

De bordadas sandalias.

 Mas ella –pues es de Lesbos

Bien construida- mi pelo,

Pues es blanco, menosprecia,

Mas ante otra, babea.

2

El que tuvo antes la ropa pobre, estrecha la camisa

Y lo dados de madera en las orejas, y un pelado

Cuero de buey en los flancos,

De un escudo malo el sucio forro, aquel que a panaderas

Y rameras frecuentaba, el desdichado de Artemón,

Ilegal sustento hallando;

Mucho el cuello sobre el cepo y en la rueda puso mucho,

Y en el lomo, flagelado mucho fue con la correa,

De greña y barba arrancando,

En carrozas hoy avanza portando arracadas de oro,

El hijo de Cice, y porta de marfil una sombrilla,

Así las mujeres símil.

3

Potranca tracia: ¿por qué, con ojos de través mirando,

¿Me huyes cruelmente, y crees que yo no sepa nada bueno?

A ti podría, sábelo bien, a ti ponerte el freno,

Y usando riendas, hacer que en torno de la meta gires.

Y ahora los prados paces, y brincoteando ágil retozas.

Pues, por jinete, un picador experto no posees.

Actividades

1. Redacta una síntesis de cada uno de los poemas anteriores.

2. Busca en el diccionario el vocabulario que consideres necesario para lograr la mayor comprensión de estas composiciones.

3. Analiza el tema principal de cada uno de los poemas, así como también los temas secundarios. Explícalo.

PÍNDARO (1988: 207-217).  

Se le considera un universalmente el príncipe de la lírica griega. Hijo de Diafanito, noble de la familia de los Egidas, nació en Cinocéfalos, aldea vecina de Tebas, el año 518 a. C. Laso Hermione fue quien lo inició en lar artes musicales. Afirma la tradición que estudió también con las poetisas Mirtis y Corina, originarias, como él, de Boecia. Formó parte de la corte de diversos tiranos, quienes se enorgullecían de hecho tal. Así lo demostraron Hierón de Siracusa, Terón de Agrigento, Alejandro de Macedonia, los Alévadas y los Escopas. Muchas de sus odas fueron compuestas para honrar a varios de ellos. En la época de las Guerras Médicas, él, por entonces en la cima de su plenitud poética, se abstuvo de celebrar las glorias de Salamina o de Maratón, a causa de que Boecia, su patria, no participó en la lucha, o lo hizo en pro de los persas.

De innumerable variedad, sus temas abarcan el mito, la filosofía, la moral. Su espíritu profundamente religioso, respeta y venera las tradiciones, las costumbres, la fe de los antiguos. Siempre noble y profundo, colma su poesía de anhelos de gloria y de virtud.

Con él se cierra el ciclo de la lírica griega; para el tiempo de su muerte ocurrida a los 80 años de su edad y en el gimnasio de Argos, la poesía dramática conquistaba en Atenas sus resplandores iniciales.

Aparte de buen número de fragmentos, se conserva de él 44 odas: 14 olímpicas, 12 Píticas, 11 Nemeas y 7 Ístmicas, llamadas así por el nombre de los sitios donde acontecían los certámenes en ellas celebrados.  

OLÍMPICA I

Óptima, en verdad, el agua; y el oro, cual quemante

Fuego, en la noche más refulge que soberbia riqueza.

Mas si cantar certámenes

Mi corazón, ansías,

No, que el sol, otro astro

Busques más cálido, de día,

En el éter desierto refulgiendo,

Ni un combate, que Olimpia más ilustre, diremos.

De allí, el himno preclaro se enreda en torno

A las mientes de vates, porque alaben

Al Cronida, venidos a la rica

Morada de Hierón dichosa,

Quien en Sicilia rica en greyes el justo cetro rige,

Alcanzando los vértices de las virtudes todas;

Y también resplandece

En la flor de la música

Con que los hombres, a menudo,

Muchacheamos en torno a la mesa amiga.

Pero la doria cítara del clavo

Toma, si alguna vez la gracia de Pisa y Ferenico

Puso, bajo dulcísimos pensamientos, tu mente,

Cuando él voló junto a Alfeo, dando

En la carrera el cuerpo no espoleado,

Y unió a sí a su señor en la victoria.

Al rey siracusano, que batalla

A caballo. Para él fulge la gloria

En la del Idilio Pélope

Colonia rica en héroes.

De él se prendó el que ciñe la tierra, el potentísimo

Poseidón, cuando Cloto lo alzó del limpio bronce,

Ornado de marfil en el hombro radiante.

Cierto: hay muchos prodigios; y el dicho de los hombres

A la voz verdadera, acaso excede;

Engalanadas con mentiras varias, engañan las leyendas

Y la gracia que suscita todo

Lo grato a los mortales;

Les trae honor, se ocupa de que lo increíble

Muy a menudo sea creíble.

Mas los días futuros

Son los más sabios testimonios.

Actividades

1. Investiga en Internet sobre la vida y obra de Píndaro y selecciona por lo menos cinco poemas diferentes al aquí presentado.

2. Analiza la Olímpica I y explica lo siguiente:

a. ¿Por qué se le denomina Olímpica? ¿Este término te recuerda a algún vocablo contemporáneo?

b. Ubica los elementos míticos que son citados en esta olímpica y coméntalos.

c. Habla del tema principal.

GÉNERO DRAMÁTICO (2019: 31-130).

Los principios de la poesía dramática arrancan como los de la lírica del siglo VI. Sus gérmenes se hallan en los cultos de las divinidades campestres, que alcanzaron valor oficial, durante la dominación de los tiranos.

En Eleusis la veneración por Dionisos había entrado en notable unión con los misterios de Ceres. Ambos cultos daban ocasión ya a la reflexión de la naturaleza, se halló un símbolo de la muerte y de la inmortalidad; lo segundo, porque, lo mismo la entrada de la primavera que la recolección de frutos en el otoño, daban rienda suelta al gozo y al regocijo.

En las antiguas fiestas de Dionisos, laneas y antesterias, era costumbre disfrazarse y andar de un lado para otro, a pie o en carro, entre toda clase de gesticulaciones y chuscadas. De la unión de estos elementos del culto con los géneros ya creados de la poesía, nacieron las nuevas formas artísticas del drama: la tragedia, el drama satírico, la comedia y el mimo.

 

LOS COMIENZOS DE LA TRAGEDIA

La tragedia nació del ditirambo, canto del culto de Dionisos, en que se daban a conocer los casos de la vida del dios, el nacimiento maravilloso, su crianza entre las ninfas, sus peregrinaciones, persecuciones y victoria final sobre sus enemigos.

Los coreutas campestres se vestían para ello con pieles de macho cabrío, al modo que se imaginaban a los sátiros del séquito del dios. Por esto se les llamó “tragoi”, esto es, machos cabríos, y de ellos recibió aquel cantar su nombre. Con el tiempo tuvo el ditirambo, con  la inserción de asuntos heroicos, un contenido más variado, no por cierto sin vencer resistencias que parte de la población ofrecía; así se convirtió en balada heroica.

En 1896 se produjo el hallazgo en Egipto de 19 poemas casi completos. En uno de esos grupos de poemas, aparece realizada la transformación del ditirambo en balada heroica. En uno de estos cantos: “los jóvenes héroes”, que es propiamente un peán para la fiesta de Apolo Delio, refiere el poeta como el joven Teseo, en su viaje hasta Creta, se lanza al mar desde la nave del rey Minos y halla el anillo arrojado por éste a las aguas; con ello aparece por primera vez en la literatura el tema del buzo. Un paso más da el poema siguiente que también trata de Teseo, en él se presenta al rey Egeo esperando la venida de su hijo, en conversación con un ciudadano ateniente, que acaso fuese el corifeo. El ditirambo adopta así la forma de diálogo, con lo cual se acerca a la tragedia. Sitúase, por lo tanto, la balada heroica, como punto intermedio entre la lírica coral y la tragedia.

Al mismo tiempo, en el uso de las máscaras, que de antiguo se practicaba en el culto, había un elemento dramático, éste se halló muy reforzado con el narrador o actor que se opuso al coro. Este paso lo dio en el Ática Tespis. Dionisos venerado hasta entonces en Eléuteras, había obtenido, en la Atenas de Acrópolis, y con él una nuevas fiestas, las dionisíacas mayores o ciudadanas, celebradas en el mes Elafebolión (meses de marzo y abril) bajo la dirección del arconte epónimo.

Las leneas en cambio, que tenían lugar en el mes de Gamelión (enero y febrero), dependían del arconte Basileo. La tragedia salió de su cuna, en las fiestas dionisiacas del 534, en que por primera vez se le asignó a Tespis un coro y se le señaló actor por parte del Estado. Desde entonces permaneció como elemento del culto igual que los misterios de la Edad Media alemana, representaciones de navidad, Pasión o Pascua. El que quería tomar parte en el concurso de las fiestas, había de entregar al arconte tres tragedias y un drama satírico. Sólo se admitía a tres poetas de los cuales se premiaba a uno al final de las representaciones, según el veredicto de un colegio de cinco jurados. Por lo demás, el triunfador oficial era el corega, este es un acaudalado ciudadano perteneciente a la clase de los grandes contribuyentes que a sus expensas había equipado al coro:

A éstas había que erigírsele un monumento conmemorativo de la victoria: se entregaba también un documento de la concesión del premio. El lugar de la representación era el teatro, primitivamente de madera, apoyado en las faldas de la colina, en el recinto de Dionisos; hasta el principio del siglo IV no fue sustituido por edificación de piedra.

El número de los coreutas trágicos era primero de doce; después, desde Sófocles, de quince; el de los actores llega a tres, pudiendo cada uno de ellos representar varios papeles. Aparecían con máscaras y alto coturno, para aparentar mayor estatura que la ordinaria humana, y alcanzar la supuesta de los héroes. Las representaciones se verificaban por la mañana temprano. Se pagaba una cuota de entrada que en tiempo de la democracia, se sufragaba a los ciudadanos de la caja del Estado. La tragedia como género literario nace de la unión de elementos líricos y épicos; porque lo mismo las partes narrativas (relaciones de mensajeros o heraldos) que el diálogo, habían sido ya  moldeados en la epopeya.

Y como la tragedia tomaba sus asuntos generalmente de la leyenda heroica considerada como historia, se le puede llamar, con Diomedes, “representación de un destino heroico”. Pero el nuevo género poético fue además, recipiente de un nuevo espíritu, que en su esencia, ciertamente, se había anunciado aquí y allá anteriormente. Ya la epopeya heroica (Odisea, canto I, versos. 32 y siguientes), toca ocasionalmente el problema de la relación entre culpa y destino en la vida humana, y la meditación sobre este tema se intensificó fuertemente con el movimiento religioso del siglo VI. Este problema constituye el espíritu de la tragedia griega; pero hay que advertir que en la idea de destino no se han de comprender solamente las circunstancias externas de una existencia humana, sino ante todo el nativo carácter del héroe, según la frase de Heráclito: “la manera de pensar de los hombres es su destino...”

Además de Tespis, de cuyas obras sólo conocemos algunos títulos, entre ellos “Panteo”, se menciona como los más antiguos trágicos del Ática a Frínico y Quérilo.

Esquilo (525-456)

Nacido en Eleusis, de noble familia, pertenecía aún a la generación de los combatientes de Maratón.

Es propiamente el creador de la tragedia griega. Antes de él la tragedia, “canto del macho cabrío”, era simplemente una danza y canto combinados que se realizaban ante el altar de Dionisos y sus temas eran tomados de la mitología y la leyenda heroica. Esquilo infundió a esa tragedia primitiva la esencia de lo trágico. En ella, los personajes se enfrentan a la muerte y para poder extraer su pleno valor artístico y su belleza, la muerte debe ser afrontada y vencida por el heroísmo o alguna otra cualidad del alma humana. La muerte aparece, pues, en la tragedia como la explicación del pecado.

Con el agregado de un segundo actor, y más delante de un tercero (en esto último precedido de Sófocles), hizo posible el verdadero diálogo, en obsequio del cual se redujeron gradualmente las partes corales, muy extensas al principio. El coro aparecía primitivamente integrado por 50 miembros; Esquilo lo redujo a doce. También fue él quien introdujo el prólogo antes del ingreso del coro. Y, lo que es más importante, derivó de la costumbre ateniense de presentar tres tragedias a un tiempo, la ley de la trilogía.

Tomó la mayor parte de sus asuntos de la epopeya y cuando llama modestamente a sus piezas “migajas del gran banquete de Homero”, ha de entenderse que habla no sólo de La Ilíada y de La Odisea, sino también de los poemas cíclicos.

De las tragedias de Esquilo sólo han llegado a nosotros siete, aproximadamente la décima parte de su producción total; entre ellas una sola trilogía completa a la cual haremos referencia en seguida. Las otras tragedias son Las suplicantes, Los siete sobre Tebas, Prometeo encadenado, Los Persas.

Completa se ha conservado “La Orestiada”, lo más fuerte y profundo que produjo la poesía dramática de los griegos.

En “Agamenón” el rey seguido de Casandra, vuelve victorioso de Troya a su hogar y Clitemnestra le recibe con acatamiento y regocijo hipócritas. Es realmente grandioso el pasaje en que la vidente, detenida ante el palacio, contempla en éxtasis el cruel asesinato del rey, y penetra después en el edificio con conciencia de que va a correr la misma suerte. Desviándose de la tradición, hace Esquilo que la infame esposa sea el único asesino, a fin de motivar más eficazmente el matricidio.

En “Las Coéforas” (Ofrendadoras fúnebres), Orestes, refugiado de niño en Fócida junto al rey Estrofio, vuelve a su casa acompañado por su amigo Pílades. Reconocido por su hermana Electra y en inteligencia con ella, realiza, por orden de Apolo, la venganza contra su madre y el amante de ésta. Pero, apenas ha consumado el hecho, cuando se traban a sus pies las diosas vengadoras.

“Las Euménides” que en sustancia son invención del poeta -pues nada prueba que se inspirara como se dice en una epopeya apolínea-, presentan al perseguido buscando refugio en el templo de Delfos, al mismo tiempo que le rodean las Furias, a quienes Apolo tenía antes adormecidas. El oráculo le hace comparecer ante el tribunal de Areópago en Atenas. Las Furias actúan de acusadoras y Apolo de defensor. Hay empate en la votación de los Jueces: entonces aparece Atenea y agrega su voto a los absolutorios. Apacíguanse las Furias al erigírsele culto especial, y se transforman en las bienhechoras Euménides. La última y más completa obra de Esquilo es una confesión. No se trata de una tragedia de dioses, como podría hacer creer la desavenencia de Apolo con los espíritus malditos, sino de la tragedia humana. Orestes el del tipo de hombre a un mismo tiempo inocente y culpable; la divinidad le hace culpable y la merced de la misma divinidad le absuelve. En realidad se sostiene que todo se paga sobre la tierra. Solamente la divinidad puede librar de ello. Tal es el intento del poeta, su ensayo de descifrar el enigma de la vida; éste es para él el sentido de la tragedia de la fatalidad.

Actividades

1. Lectura complementaria. Lee completa la tragedia Agamenón y también Los Persas.

2. Analiza en estas tragedias a los protagonistas y explica los rasgos que los definen.

3. Redacta sobre el tema: El sentido de la muerte en México.

Incluimos en seguida el reparto con los personajes que participan en la tragedia Prometeo encadenado, así como también un pasaje breve de esta obra.

Personajes

Kratos

Bías, personaje mudo

Hefesto

Prometeo

Coro de las oceànidas

Océano

Ío

Hermes

Fragmento de la primera parte.

PROMETEO.- Sin duda soy una triste visión para mis amigos.

CORO.- ¿No alcanzaste algo más que esto?
PROMETEO.- He conseguido que los mortales no conozcan de ante-

mano su destino.

CORO.- ¿Qué medicina has encontrado para esta enfermedad?

PROMETEO.- He puesto en ellos ciegas esperanzas.

CORO.- Gran beneficio es ese que has concedido a los hombres.

PROMETEO.- Además de esto les concedí el fuego.

CORO.- ¿Y los efímeros poseen ahora el resplandeciente fuego?

PROMETEO.- De él aprenderán muchas artes.

CORO.- Zeus te castiga por estas culpas.

PROMETEO.- Me castiga y no da descanso a mis males

CORO.- ¿No te ha sido señalado el fin de tu tormento?

PROMETEO.- No es otro sino el que a él le parezca oportuno.

CORO.- ¿Y cuándo lo considerará así? ¿Qué esperanza hay? ¿No ves

que has cometido un error? En qué forma lo has hecho no es agradable para mí decirlo y es doloroso para ti oírlo. Por tanto, dejemos eso y busca alguna forma de escapar al tormento.

PROMETEO.- Es fácil para el que está libre de tormentos aconsejar y  advertir a los que sufren. Yo sabía bien todo esto. Voluntaria, voluntariamente he faltado, no lo voy a negar. Por amor a los hombres he recibido este castigo. Ciertamente no  creí que me iba a consumir con tales tormentos en una roca vacilante en este desierto solitario. Pero no lamentéis los dolores presentes; echad pie a tierra y escuchad los males que han de venir, para que sepáis todo hasta el fin. Escuchadme, escuchad, acompañadme en mi actual sufrimiento. La desgracia, errante acá y allá, se apodera de cada uno en un lugar distinto. (1978: 202-203).

Comentario

Prometeo es un aliado de los hombres que ha faltado a las leyes de Zeus robando el fuego y entregándoselos a ellos. Por esta razón ha sido cruelmente castigado y su castigo parece no tener fin.

Actividades

1. Lectura complementaria. Lee por lo menos la primera parte de esta tragedia.

2. Analiza y comenta las características de Prometeo en su condición de individuo torturado a pesar de tratarse de un dios.

Sófocles (496-406 a.C.)

Es el continuador de la obra de Esquilo y a él se debe la creación del tercer actor. Poeta de profunda concepción trágica destacó en la pintura de caracteres de una manera sobresaliente.

Aumentó de doce a quince el número de coreutas. Abandonó la composición de trilogías y volvió al drama único. Su mayor mérito consiste en el interesante desarrollo de la acción en la que maneja magistralmente la ironía trágica.

A él se deben también siete tragedias: Ayante, Las Traquinias, Antígona, Edipo Rey, Electra, Filoctetes, Edipo en Colona.

Actividades

1. Investiga en Internet quién fue Edipo y qué acciones se le atribuyen.

2. Que los equipos busquen información sobre cada una de las siete tragedias de Sófocles: tema, personajes, desarrollo. En el pleno de la clase deben intercambiar la información.

3. Lectura complementaria. Lee una de las tragedias de este segundo escritor. Escoge la que desees aunque te aconsejamos por sus méritos mayores: Antígona, Edipo Rey y/o Electra.

4. Redacta una síntesis de la tragedia leída.

Incluimos en seguida los personajes de Antígona y un breve fragmento de la obra.

ANTÍGONA

Personajes

Antígona, hija de Edipo

Ismena, hija de Edipo

Coro de ancianos nobles de Tebas, presididos por el CORIFEO

Creonte, rey, tío de ANTÍGONA e ISMENE

Guardia

Hemón, hija de CREONTE

Tiresias, adivino, anciano y ciego

Mensajero

Eurídice, reina, esposa de CREONTE

Paje del palacio.

La acción tiene lugar delante del palacio de los reyes de Tebas. De las tres puertas, la central es la que usan los soberanos; la de la izquierda supone que da al Gineceo. Por ella sale Ismena, a quien está esperando a la puerta Antígona, venida del campo, donde ha visitado el cadáver de su hermano. Es la madrugada.


Antígona.- Hermana de mi alma, Ismena querida, ¿sabrás tú de una sola calamidad de las de Edipo que no nos vaya descargando Zeus en la vida nuestra? Porque no hay dolor, no hay azote, no hay afrenta ni vileza que no encuentre yo entre tus males y los míos. Pues ¿y el decreto que dicen ha promulgado a toda la ciudad el soberano? ¿Sabes algo? ¿No lo has oído? ¿O sólo a ti se te ocultan los males que de los enemigos van viniendo contra nuestros amigos?

Ismena.- Sobre amigos nuestros no he oído noticia alguna, Antígona, ni grata ni penosa, desde que hemos quedado privadas de los dos hermanos, muertos en un día y con muerte mutua. Después que se ha puesto en huida el ejército argivo la noche pasada, no he oído más palabras, ni para aliviar mis males ni para agravarlos. (1978: 283).

ANTÍGONA.- (Ya atada) Adiós, ciudad de mis padres, Tebas, mi patria, y dioses de mis abuelos, ya me llevan; ya esto es hecho. (Al ser llevada) Mirad, primates de Tebas, a la única que quedaba de vuestras princesas; mirad qué males y de quién los padezco, todo por lo piadoso de mi piedad. (Llévanla atada. Quédase CREONTE)

CORO.- También se vio forzada a dejar la luz de los cielos por una mazmorra de bronce la belleza de Dánae; pero allí, En lo escondido, enlazada se vio en tálamo sepulcral; y era ella ilustre por su sangre, ¡Oh niña, niña!, y guardó dentro de sí los gérmenes de Zeus en la lluvia de oro. Pero es misteriosa la fuerza del hado; ni las lluvias, ni la guerra, ni las torres, ni las negras naves que azota el mar bastan a esquivarlo. (1978: 300).

Eurípides (480-406)

Es el tercero de los trágicos griegos a quien se le atribuye la humanización de la tragedia. Plantea una clara oposición a los mitos que habían caracterizado a la producción anterior. Y aunque no podía apartarse de las historias tradicionales de dioses y héroes, sus personajes trágicos aparecen despojados de su carácter heroico y descienden a la esfera ordinaria. Llega a transformar los asuntos de sus tragedias en verdaderos dramas de tesis. Así en el Fénix toca el problema de la educación; en La sabia Melanita, las creencias supersticiosas; en Eolo, el casamiento entre hermanos. También en lo que respecta a la forma se relaja en él la tragedia. El coro pierde mucho y en su lugar preponderan de tal modo sobre el diálogo las partes lírico-musicales, que Eurípides estuvo a punto de convertir la tragedia en ópera con el número de arias y dúos que introdujo.

Actividades

1. Busca en Internet información sobre la vida y obra de Eurípides.

2. Enumera las tragedias compuestas por este autor y los temas principales que trata en cada una de ellas.

3. Lectura complementaria. Lee con atención la tragedia Hécuba de la cual introducimos a continuación un fragmento.

4. Investiga en Internet quién era Hécuba en el marco del pensamiento antiguo de los griegos.

Hécuba (fragmento)

HÉCUBA.- Vosotras, muchachas troyanas, conducid fuera a esta anciana, vuestra compañera de esclavitud y antes vuestra señora, enderezadme, sostenedme, llevadme, cogedme de mi débil brazo, y yo, apoyando la mano en este curvo báculo, moveré hacia delante mis pies y aceleraré mi tardo paso.

¡Relámpago de Zeus! ¡Noche tenebrosa! ¿Por qué me sobresaltáis en la oscuridad, terrores y fantasmas? ¡Tierra venerable, madre de los sueños de negras alas! ¡Lejos, lejos de mí, visión nocturna, que en sueños me llenaba de terror, presentándome el rostro del hijo que ha salvado su vida en Tracia, y el de Polixena, mi hija amada! ¡Dioses de esta tierra, salvad a mi hijo, el cual, áncora única de mi linaje, habita la nevada Tracia bajo la protección del huésped de su padre! Algo inesperado va ocurrir. Un canto lúgubre se unirá a nuestros lamentos. Jamás en mi corazón he sentido tan fuertes sacudidas, tantos temores. ¿Dónde podré ver el espíritu divino de Heleno y a Casandra (7), compañeras troyanas, para que me interpreten estos sueños? He visto desgarrada por la garra sangrienta de un lobo una cierva de piel a manchas que me había sido arrebatada miserablemente del regazo. Y también esto otro me infunde temor: vi llegar el espectro de Aquiles por lo más alto de su túmulo, pidiendo como un honor debido, se le concediera una de las desdichadas troyanas. ¡Alejad, alejad de mi hija esta desgracia, dioses, os lo suplico! (1978: 631-632).

 

 

La comedia

La comedia es una forma de poesía dramática que tiende a provocar la risa y la alegría en el ánimo del espectador. La comedia presenta actitudes ridículas por sí mismas o ridiculiza a determinadas tendencias políticas, filosóficas o literarias que aparecen encarnadas en un personaje real o fingido; también censura vicios o defectos sociales concretados en un personaje que es un tipo representativo; por ejemplo, el avaro, el supersticioso, el hipócrita.

Podemos señalar tres etapas en la evolución de la Comedia ática: antigua, nueva y moderna.

Brevemente diremos que en la antigua (florece en el siglo V) el principal representante es Aristófanes quien puede señalarse como el mayor genio cómico de toda la literatura universal.

La comedia nueva constituye una etapa de transición hacia la comedia moderna. Sus principales representantes son Filemón y Menandro.

La comedia moderna floreció durante el último tercio del siglo IV y sus caracteres son opuestos a los de la comedia antigua. Por ejemplo la comedia moderna deja de ser un arma política y su único fin es divertir al espectador; suprime la sátira personal supliéndola con los tipos representativos de vicios sociales.

Entre las obras de Aristófanes mencionamos: Las nubes, las avispas, Lisístrata, Las ranas, La asamblea de las mujeres.

En cuanto a Menandro le corresponden: El Misántropo, El arbitraje, La muchacha rapada entre otras.

Actividades

1. Lectura complementaria. Lee y resume la comedia Las nubes de Aristófanes y El Misántropo de Menandro.

Filosofía griega

Los comienzos de la filosofía griega.

Tales de Mileto tuvo diversos pensamientos; por ejemplo, fue el primero en enunciar la inmortalidad del alma. También se le atribuye la afirmación de que todo estaba lleno de dioses. Igualmente sostenía que la tierra flotaba sobre el agua y explicaba los terremotos como oscilaciones del agua que sostiene la tierra.

Anaximandro de Mileto, discípulo de Tales, también se planteó el problema del origen de las cosas. Encuentra este origen en el “apeirón”, que incluye lo infinito de igual manera que lo informe. Fue el primer griego que diseñó un planisferio.

Anaxímenes, discípulo de Anaximandro, intentó derivar el desarrollo del cosmos de una sustancia cuya capacidad de transformación conocemos por propia experiencia. También estudió el proceso de condensación para la formación de las nubes. De todo esto deriva su concepción del alma como hálito.

Otro pensador importante es Pitágoras, cuya tesis general dice que sólo lo que puede determinarse numéricamente es un ser (1989: 188-194).

El apogeo de la filosofía griega (1989: 537-577).

SÓCRATES

A pesar de que creía en el poder de la palabra hablada, no dejó ningún escrito. Conocemos su pensamiento por medios indirectos, a través de los libros de sus discípulos, de las críticas de sus enemigos y de las diversas interpretaciones que a estas distintas fuentes se han dado en el curso de la historia.

Entre las fuentes que explican el pensamiento socrático, tres son de primera importancia: Los Diálogos de Platón, los recuerdos de Jenofonte y los textos de Aristóteles, quien habla del método socrático y de sus ideas sobre la verdad y el bien. (1990: 39).

Sócrates influyó en Platón con su doctrina de un Ser puro, inteligible, indivisible e inmóvil.

PLATÓN Y LA ACADEMIA

Platón (428 a.C.) recibió la esmerada formación artística y gimnástica que le puso en contacto con la gran poesía de su pueblo. Podemos creer la tradición que atestigua que Platón, el cual en sus escritos revela una maestría artística consumada y que escribió además algunos epigramas, en su juventud se consagró a la poesía. Hay noticias de algunas de sus tragedias las cuales entregó al fuego. Las 13 cartas, la República y sus Diálogos conforman la parte más importante de su obra.

Platón fundó su escuela iniciando así una tradición que había de ejercer su influjo durante nueve siglos hasta la supresión de la Academia por Justiniano (529). En este gimnasio empezó Platón a enseñar.

ARISTÓTELES

Aristóteles pone en comunicación grandes dominios de la vida espiritual griega, pero sin pasar por Atenas y Platón. La primera etapa de su vida tiene que ver con la llegada A la Academia a la edad de diecisiete años.

Después de la muerte de Platón fue preceptor de Alejandro dos o tres años. La acción y la palabra aparecen en Aristóteles en primer plano.

Actividades

1. Busca en Internet más información sobre los tres grandes filósofos griegos: Sócrates, Platón y Aristóteles.

2. El método utilizado por Sócrates se llamó “método mayéutico”. Busca en el diccionario el significado de “mayéutico”.

3. Busca en un diccionario de Filosofía la obra de Platón y la de Aristóteles. Anota los títulos más importantes.

4. Investiga en Internet sobre el tema “El mito de la caverna en Platón”. Redacta una cuartilla explicando el mencionado mito.

5. Lectura complementaria. Lee un diálogo de Platón y escribe una síntesis de este diálogo.

6. Lee un pasaje de La Poética de Aristóteles escogido por ti. Coméntalo en un mínimo de dos párrafos.

LA COMEDIA NUEVA

En la Atenas de la época de los diádocos, surgió una representación de raza humana y de dignidad humana que desearíamos no faltase ya en el teatro de lo griego, porque ha sido de la más grande significación para la evolución de la humanidad y, por lo tanto, para la cultura de Occidente. Ella nos habla de la manera más comprensible por boca de Meneandro, el único poeta de la Comedia Nueva que conocemos bien y que ha sido al mismo tiempo el más importante.

También existieron otros autores como Plauto y Terencio. (1989: 672-695)

CALÍMACO Y TEÓCRITO

Ambos poetas pertenecen a un círculo de poetas cuya producción tiene lugar en el período del helenismo estrictamente delimitado. No es casual el que éste coincida ampliamente con el reinado de Ptolomeo II Filadelfo. Este príncipe no sólo se preocupó a la manera de su padre por la Biblioteca y el Museo, sino que puso en estrecha relación con la corte a los personajes conspicuos y la convirtió en centro transmisor de una vida cultural de cuño alejandrino que afirmó su personalidad dentro del helenismo. Es tan importante su relación con el saber erudito, que se exterioriza de manera significativa. Esta literatura no se dirige a las multitudes, su riqueza en presupuestos sólo es accesible al entendido; su lenguaje rehúye adoptar inalteradas las fórmulas de la tradición y además se distancia de la expresión coloquial. Son mal vistos el gran phatos y la emotividad franca. Hay dominio en la expresión, y las cosas peregrinas que se tienen que decir no se dicen en tono desmesurado. (1989: 730).

APOLONIO

Del conjunto de poemas épicos, patrimonio de los griegos en el período comprendido entre Homero y Nono, conservamos sólo una gran epopeya: Las Argonáuticas de Apolonio de Rodas. Al designar a este poeta con el nombre de esta isla penetramos de lleno en los problemas inherentes a las escasas e inseguras noticias sobre su vida. Apolonio llegó a ser rodio porque gran parte de su vida transcurrió en esta isla y porque en ella quizás recibió el derecho de ciudadanía, pero nació en Alejandría, siendo el único poeta helenístico importante de ella. (1989: 759).

LA ÉPOCA IMPERIAL

Época que se extiende desde la caída de Alejandría (30 a. C.) hasta la clausura de la universidad de Atenas por Justiniano (año 529).

En esta época existieron hombres importantes como Crinágoras, Antipatro de Tesalónica, Filipo, Lucilio, Leonidas de Alejandría, Páladas, Posidipo de Tebas, Mesomedes, Sinesio de Cirene, Proclo,  Estobeo, Quinto, Trifiodoro, Coluto, Cristodoro de Coptos. (1989: 839-850).

PLUTARCO

Frente a las corrientes dominantes de su época —la época imperial— adoptó una posición marginal. Estampó de tal manera el sello de su personalidad en el acervo de la tradición, que hizo de ella algo personal e influyó en todas las épocas.

Además de muchos escritos compuestos a la manera de la diatriba, tiene Plutarco obras en las que acomete serias discusiones filosóficas. No escribió únicamente sobre el alma humana; en el círculo de sus preocupaciones también tuvieron cabida cuestiones de psicología animal. Dentro del terreno religioso, pertenecen a él los diálogos píticos sobre la misteriosa E colocada a la entrada del templo de Delfos.[6]

LO QUE HAS APRENDIDO

1. ¿Puede considerarse a Homero como autor individual y diferenciado? Sí o No y por qué.

2. ¿Qué obras se le atribuyen a Homero?.

3. ¿Cuál es el tema de la Ilíada?

4. Menciona por lo menos tres personajes de la Ilíada y analiza sus características.

5. ¿Cuál es el tema de la Odisea?

6. Señala cuál es el origen de la tragedia griega.

7. Menciona por lo menos tres poetas líricos griegos y analiza por lo menos tres figuras literarias que alguno de ellos presente en sus poemas.

8. ¿Cuáles son los trágicos griegos de mayor renombre?

9. Menciona los tres filósofos más representativos en el pensamiento griego.

 

 

 

Capítulo IV

LITERATURA ROMANA

RECUERDA LO QUE SABES

1. ¿Qué entiendes por literaturas grecorromana?

2. ”Grecorromana” y “grecolatina”, ¿son términos semejantes para ti? En el caso que sean distintos, ¿cuáles serían estas diferencias?

3. En el terreno histórico romano, ¿quién era César Augusto? ¿Qué obras principales llevó a cabo?

4. ¿Has leído algún texto de la literatura romana antigua?, ¿cuál? Explica brevemente su argumento.

5. ¿Cuándo termina la civilización romana clásica?

6. ¿Qué acontecimiento histórico da fin a la Roma antigua?

Caracteres históricos y culturales (1962: 73-90).

La civilización romana se extiende desde la fundación de Roma, 754 a. C., según la fecha tradicional- hasta la caída de esta ciudad en poder de los bárbaros en el 476 de nuestra era, fecha que puede tomarse como iniciación de la Alta Edad Media en Italia.

Para distinguir a esta civilización y literatura hemos preferido llamarla romana, porque fue Roma el eje político y cultural, aunque algunos escritores la denominan “latina” porque la mayoría de los escritores nacieron en las provincias, y éstas participaron también de la cultura surgida en el Lacio.

La civilización romana no puede ser nítidamente delimitada en el espacio geográfico. Surgió y se desarrolló en el Lacio, para comunicarse luego a toda la península Itálica y a los territorios incorporados posteriormente al Imperio.

Tampoco podemos señalar una raza definida como poseedora de esta civilización; razas diversas se fueron mezclando paulatinamente.

Pese a esta indeterminación geográfica y antropológica, estudiaremos someramente las características físicas del Lacio, por ser la cuna de esta civilización; y las particularidades psicológicas del pueblo romano, porque éste, si bien recibió influencias de los pueblos que conquistó, imprimió a la cultura latina los rasgos fundamentales de su modalidad y de su carácter.

La raza

En el mapa etnogeográfico de la Italia primitiva, encontramos gran variedad de pueblos que se fueron influyendo y asimilando mutuamente hasta formar lo que más adelante se llamó pueblo romano.

El pueblo romano debe a los latinos su actividad comercial y agrícola; a los sabinos, su organización militar y el vigor guerrero; a los etruscos, la primitiva concepción social, cultural y religiosa.

La lengua

Contrastando con la lengua griega, elegante, rica en matices, flexible y armoniosa, la lengua latina se caracteriza por cierta dureza, pesadez, frialdad y pobreza de vocabulario; presenta en cambio estimables cualidades de exactitud, energía y concisión.

Esta diferencia lingüística corresponde a la diversidad psicológica entre ambos pueblos: los romanos son realizadores, pero menos imaginativos que los griegos; los griegos a la inversa, se caracterizan por su imaginación ardiente, su culto a la belleza y por una menor capacidad realización no tan alta como la romana.

Aunque menos rica, elegante y florida que la griega, y por lo tanto menos apta para la poesía, por su precisión y nitidez, la lengua latina se adapta perfectamente a la idiosincrasia romana, dominada por un ideal de claridad y practicidad.

La religión

A diferencia de la religión griega que se caracterizaba por la belleza de sus concepciones, producto de una vigorosa imaginación y de un profundo sentido poético, la religión latina presenta como rasgos fundamentales el utilitarismo, el formalismo, la organización racional y la importancia de los dioses tutelares de la familia.

La religión romana está fundada en el interés. Los sentimientos de adoración, de amor o de piedad mística eran desconocidos por el romano, quien se colocaba frente a las divinidades en una situación de carácter contractual: le ofrecía sacrificios, generalmente alimentos, que el dios retribuía, otorgando lo que se le solicitaba. Una vez realizado el sacrificio, se consideraba al dios como un deudor, y si no cumplía, su actitud era digna de censura.

Los ritos tenían enorme importancia en la religión latina, que era eminentemente formulista: equivocar una palabra en las fórmulas sacramentales bastaba para invalidar el sacrificio o la ceremonia litúrgica.

Las divinidades estaban organizadas conforme al principio jurídico de las competencias: cada dios tenía una función determinada y no podía invadir las esferas de actividad de los demás. Así como los hombres estaban sometidos al derecho civil, los dioses se regían por el jus divinum. La religión tenía un carácter normativo: el “fas y el nefas”, lo permitido y lo prohibido por la religión, estaba tan estrictamente regulado como si lo estuviera por el jus civile y según el mismo principio: “dar a cada uno lo suyo”.

Las divinidades tutelares de la familia, los penates, ocupaban un lugar eminente en la vida religiosa del pueblo latino. Creían que los muertos necesitaban alimentos y que los familiares debían proporcionárselos a fin de que los espíritus de sus antepasados, los manes, estuvieran satisfechos y les fueran favorables. La gens romana estaba fundada en la tradición y en el poder absoluto del pater. La vida familiar y social se regía por el mos majorum o costumbre de sus antepasados. Este gobierno que de alguna manera podemos decir que lo ejercían los muertos es consecuencia del carácter conservador y tradicionalista del romano.

En las manifestaciones religiosas de los latinos, como ocurre en la mayoría de los pueblos, se encuentran los orígenes de la historia y de la literatura.

En virtud de ese instinto de orden y de esa preocupación por el recuerdo que caracteriza a los romanos, desde épocas remotas anotaban todas las fórmulas religiosas y dejaban constancia por escrito de los principales hechos históricos, en los Anales Pontificios.

Los más antiguos himnos tienen carácter religioso; se cantaban en las ceremonias del culto, acompañados por la danza y por la música especialmente de flautas. A través de Varrón se han conservado algunos de estos cantos y el himno que Horacio compuso a pedido de Augusto, para la celebración de los juegos seculares, no es más que una imitación de estos antiguos cantos.

Caracteres literarios

La literatura latina es clásica, intertextual, nacional, utilitaria e impersonal, aristocrática, centralizada, sometida a las reglas, irregular en cuanto al proceso histórico.

Es clásica, como la literatura griega, en los tres sentidos que se atribuye al término: por la perfección lograda; porque sirvió de modelo a la literatura posterior; porque realizó el ideal estético de equilibrio y armonía.

2º Es intertextual porque toma el modelo de la literatura griega y lo sigue de una manera particularmente fiel. Debemos evitar el término “imitativa” como se menciona en otras fuentes, por no ajustarse este término a la idea que aquí se transmite.

3º Es nacional. Si bien surgió y se desarrolló bajo la influencia helénica a cada autor latino se le puede atribuir un modelo griego: Virgilio imitó a Homero, Teócrito a Hesíodo; Horacio a Píndaro; Cicerón a Demóstenes.

Insistimos en que entre ambas literaturas —la griega y la romana— no debe exagerarse la oposición entre la griega como autóctona y la latina como intertextual. En efecto, los griegos en la época homérica sufrieron influencias fenicias y egipcias; ninguna literatura puede pretender una originalidad absoluta.

Por otra parte, los latinos no intertextualizaron servilmente lo griego, sino que lo elaboraron adaptándolo a lo nacional, imprimiéndole el sello de su personalidad.

Es utilitaria e impersonal. El latino posee limitada sensibilidad o imaginación y está dominado por un sentido práctico, utilitario; y su desconfianza en el individualismo lo llevó a someterse a la idea del Estado, como expresión de la unidad nacional.

En consecuencia la literatura será utilitarista e impersonal, mucho menos idealista que la helénica. Sus poetas perseguirán un fin patriótico y social. Dejando la poesía íntima, la lírica, cultivarán los géneros objetivos, de interés general: oratoria, historia, epopeya, obras didácticas, tratados de moral. En Roma nunca se conoció el principio de “el arte por el arte”.

Los latinos, por lo tanto, eligen, entre los géneros griegos, aceptando sólo los que están más conformes a su espíritu nacional, y crean un nuevo género, la sátira.

Es aristocrática. La literatura romana está dominada por un espíritu de selección; es una literatura de “élite”, de minorías, que no está dirigida al pueblo, sino a las clases altas de la sociedad.

Es centralizada. Aunque la mayoría de los autores han nacido en provincias, se concentran en Roma, especialmente durante la edad de oro, en torno a la figura de Augusto quien los protege, juntamente con Mecenas.

Está sujeta a reglas. Mientras que la literatura griega era espontánea, anterior a la formulación de las reglas estéticas, la latina es retórica, está sometida a las normas del arte y a los modelos griegos.

Es irregular en cuanto al proceso histórico. En Grecia los géneros literarios se sucedieron conforme al orden natural y lógico del desarrollo del pensamiento humano (epopeya, lirismo, drama, prosa). En Roma, por el contrario, aparece en primer término el teatro (Plauto y Terencio), luego la prosa (César y Cicerón) y por último la epopeya (Virgilio).

Esta anormalidad en cuanto al orden de aparición de los géneros se debe al carácter intertextual de la literatura latina. La epopeya virgiliana es una obra artística que responde al deliberado propósito de seguir los pasos de la homérica, la cual, en cambio, es espontánea y refleja fielmente el espíritu de la época en la que surgió.

Finalmente, la irregularidad del proceso histórico se manifiesta también en la ausencia de una evolución progresiva y continua de los valores artísticos como ocurrió en la literatura griega, cuya regularidad podría representarse mediante una parábola. Por el contrario, la literatura latina crece rápidamente y rápidamente también decrece; su evolución irregular podría expresarse gráficamente mediante una línea de zig-zag.

Actividades

1. Comenta en veinte renglones las características más importantes de la literatura romana.

2. Redacta sobre el tema: “Un viaje a Roma”. Si no tienes información suficiente investígalo en Internet.

El proceso histórico

1º Época primitiva o arcaica (754-240 a.C., desde la fecha tradicional de la fundación de Roma hasta las guerras púnicas).

En esta época histórica que comprende cinco siglos, el pueblo romano concretó todas sus energías en las luchas que forjaron su grandeza: sumisión del Lacio y formación de la unidad italiana.

No existe propiamente literatura en este momento.

Apenas pueden mencionarse los cantos religiosos en honor de diversas divinidades entre las que sobresalía Marte, el dios de la guerra. Sólo se conservan algunos fragmentos que revelan sentimientos fríos y utilitarios del pueblo romano.

2º Época de formación o de introducción del helenismo (240-80 a. C., desde las guerras púnicas hasta la aparición de Cicerón).

Lograda la unidad de la península itálica, Roma se lanzó a la conquista de otros pueblos. Entonces afluyen a ella extranjeros de diversa procedencia, muchos griegos o helenizados. Actúan como embajadores o como pedagogos. Algunos son prisioneros de guerra, que luego resultan liberados. Estos extranjeros van a ocupar el lugar de los ciudadanos diezmados por las guerras, o de los campesinos, pequeños propietarios, arruinados por las transformaciones económicas.

El hecho esencial de esta época es el surgimiento de la literatura latina, inspirada en la griega, la cual llega a Roma a través de la elaboración a que fue sometida por los retóricos y gramáticos alejandrinos.

Livio Andrónico, un griego tomado prisionero en Tarento y luego manumitido por su señor, tradujo, para sus discípulos, la Odisea a la lengua romana, utilizando el verso saturnino, propio de la primitiva poesía latina.

En el año 240 Livio Andrómico representó en Roma una tragedia griega, traducida por él también en versos saturninos, y obtuvo desde este momento el helenismo amplia difusión.

Animado por el éxito alcanzado, tradujo entonces muchas obras griegas, tarea que fue continuada por sus sucesores Nevio, Ennio, Pacuvio y Accio.

A Ennio se debe la introducción del hexámetro en la literatura latina.

El helenismo triunfó totalmente en Roma, pero no sin antes vencer la resistencia que le oponían el orgullo nacional y el espíritu tradicionalista del romano.

Catón el Censor, brillante orador y autor de varias obras de las cuales sólo se conserva un tratado sobre la agricultura (De Re Rustica), luchó contra la influencia helénica y es de este modo el símbolo de la tradición romana.

En esta primera época de literatura latina florecen dos grandes comediógrafos: Plauto y Terencio, que imitaron a los griegos Filemón y Menandro.

Actividades

1. Que cada equipo busque información en Internet sobre los autores siguientes: Livio Andrónico, Ennio, Catón el Censor, Plauto y Terencio. Sobre todo que investiguen en torno a la obra de cada uno y sus características. En el pleno de la clase que presente cada equipo sus conclusiones y las compartan con los compañeros.

2. Lectura complementaria. Lee una comedia de Terencio. Estudia los personajes que allí aparezcan y analiza el modo de proceder de éstos.

3. Lee La comedia de la olla de Plauto. Sobre todo es interesante el monólogo pronunciado por el avaro cuando descubre que le han robado la olla de oro y también el equívoco suscitado entre Euclión y Licónides cuando el primero le reclama al segundo por lo que ha hecho. Licónides piensa que le habla de la hija, cuando en verdad se refiere a la olla; esto da lugar a una situación ambigua particularmente cómica. Estas lecturas provocarán en ti un estado de ánimo positivo porque te permiten divertirte a la par que cultivas tu espíritu.

4. Comenta el monólogo del avaro teniendo en cuenta las acciones, la búsqueda desesperada de su tesoro y la terrible codicia que lo define.

3º Época clásica o edad de oro (80 a.C.-14 d.C. desde la aparición de Cicerón hasta la muerte de Augusto).

En el siglo I a.C. logra la literatura latina su edad de oro, que generalmente se subdivide en dos periodos, separados entre si por la fecha de la muerte de Cicerón (43 a.C).

A. Periodo de César y Cicerón (80-40 a.C.). Roma conquista un gran imperio y está conmovida por violentas guerras civiles.

La principal figura histórica es Julio César, quien también interesa a la literatura por sus Comentarios sobre la guerra de las Galias.

Los escritores más notables son: Cicerón, en la oratoria, que al mismo tiempo personifica a este periodo; Lucrecio, en la poesía didáctica, autor de “La Naturaleza de las cosas” (De Rerum Natura) donde expone la doctrina de Epicuro, y Catulo, poeta erótico, que compuso poemas breves a los cuales denominó elegías.

Actividades

1. Investiga en un libro de Historia Romana la vida de Julio César. Además busca en Internet información sobre La guerra de las Galias y sus características como obra de un hombre tan poderoso como César.

2. Busca en la biblioteca y en una historia de la literatura latina información sobre Cicerón y su obra.

3. Busca información sobre Lucrecio y su obra “Sobre la naturaleza de las cosas”. Lucrecio es un auténtico poeta filósofo y su producción ha trascendido a la época.

3. Investiga en Internet sobre Catulo y su producción.

4. Redacta sobre el tema: “La literatura y la historia como medios para conocer mejor al universo”.

B Periodo de Augusto (40 a. J. C.-14 d. J. C.). Octavio, llamado después Augusto, implanta la paz romana y centraliza las actividades literarias, protegiendo a los poetas, que colaborarán en sus propósitos sociales y políticos.

Los principales representantes de este periodo son: Virgilio, autor de las Églogas, las Geórgicas y la Eneida; Horacio, que compuso odas, sátiras y epístolas; Ovidio, poeta erótico autor de las metamorfosis y el historiador Tito Livio.

Veamos a en seguida una breve información en torno a uno de los poetas más importantes de la Roma clásica y también elementos que se refieran a su obra cumbre: La Eneida.

Publio Virgilio Marón (70—19 a.C.)

Nació cerca de Mantua, en la Galia Cisalpina. Su educación, iniciada en Cremona y continuada en Mediolanum (Milán), fue completada en Roma. Pensaba ejercer la abogacía; pero, después de una actuación desafortunada en los tribunales, el modesto y tímido joven regresó a su granja y comenzó a escribir. Más tarde, en el año 41, fue desposeído de aquella propiedad cuando a los veteranos de Antonio, a raíz de la campaña filipense, se les recompensó con la acostumbrada entrega de tierras. El poeta se dirigió a la capital y protestó contra la pérdida de sus tierras. Los buenos oficios del político y escritor Asinio Polión hicieron que las propiedades fueran restituidas a Virgilio y a su hermano, pues su padre acababa de morir. Su estancia en Roma le procuró aún mayor beneficio, pues conoció a Octavio, el futuro emperador, y a su brillante consejero, Gayo Gilnio Mecenas, que habían de ser sus amigos más fieles. Pasó los años comprendidos entre el 37 y el 29 a. C. en Nápoles y sus proximidades. En el año 19 marchó a Atenas con el propósito de completar su revisión final de la Eneida; pero, cuando apareció Augusto en aquella ciudad le apremió a que regresara a Roma, recogió su manuscrito aún sin terminar, y se unió al séquito imperial. Antes de que la nave llegara a Italia cayó enfermo y murió en Brindisium (Brindisi), el 21 de septiembre.

En el año 37 publicó sus Bucólicas o Églogas y en una de ellas —la IV— proclama la llegada de una edad de oro, que ha de ser anunciada por el nacimiento de un niño divino. Estas diez breves églogas de carácter idílico (a excepción de la cuarta, que es un panegírico de la casa de Augusto) tuvieron gran éxito.

La Eneida

Sus once últimos años los dedicó a la Eneida, poema épico en 12 libros que trata de la caída de Troya, de los viajes de Eneas y del establecimiento definitivo de una colonia troyana en el Lacio. De nuevo vemos al poeta desempeñando el papel de protagonista imperial: Venus es la madre de Eneas, y Julio, su hijo, el progenitor de la familia juliana que ha dado al mundo al gran Augusto, su último y perfecto fruto. Además proclama con fervor y pasión evangélicos la divina misión de Roma como rectora de las razas humanas. En el libro IV el héroe desciende al Averno, donde encuentra la sombra de su padre Anquises en los Campos Elíseos y recibe alientos y consejo para los días tormentosos que se avecinan.

La reina de Cartago Dido:

Una creación de gran belleza es Dido, que acoge graciosamente a los compañeros náufragos de Eneas y los establece en su recién fundada ciudad. Como consecuencia de las maquinaciones de Juno y Venus, aquélla se enamora apasionadamente del jefe troyano, quien vive felizmente en su palacio hasta que Júpiter envía a Mercurio para ordenarle que la abandone y embarque para Italia. Este episodio fue intercalado por Virgilio para dar una explicación de la rivalidad entre Cartago y Roma, que culminó en las Guerras Púnicas. La oposición entre las actitudes de espíritu de Dido (la pasión) y de Eneas con su equilibrado sentido del destino (la razón) termina acercándonos a quien sufre inocente, abandonada por el cumplimiento de una misión.

Lee con atención el siguiente fragmento.

La Eneida. Primer libro. Eolo desata los vientos sobre Eneas

Y los vientos como en escuadrón cerrado, se precipitaron por la puerta que les ofrece, y levantan con sus remolinos nubes de polvo. Cerraron de tropel con el mar, y lo revolvieron hasta sus más hondos abismos el Euro, el Noto y el Ábrego, preñado de tempestades, arrastrando a las costas enormes oleadas. Síguese a esto el clamoreo de los hombres y el rechinar de las jarcias. De pronto las nubes roban el cielo y la luz a la vista de los Teucros; negra noche cubre el mar. Truenan los polos y resplandece el éter con frecuentes relámpagos; todo amenaza a los navegantes con una muerte segura. Afloja entonces de repente el frío los miembros de Eneas; gime, y tendiendo a los astros ambas palmas, prorrumpe en estos clamores “¡Oh, tres y cuatro veces venturosos, aquellos quienes cupo en suerte morir a la vista de sus padres bajo las altas murallas de Troya! ¡Oh, hijo de Tideo, el más fuerte del linaje de los Dánaos! ¿No me valiera más el haber sucumbido en los campos de Ilión, y entregado esta alma al golpe de tu diestra, allí donde Héctor yace traspasado por la lanza de Aquiles, donde yace también el corpulento Sarpedonte, donde arrastra el Simois bajo sus ondas tantos escudos arrebatados y tantos yelmos y tantos fuertes cuerpos de guerreros?”. Mientras así exclamaba, la tempestad, rechinante con el vendaval, embiste la vela y levanta las olas hasta el firmamento. Pártense los remos, vuélvese con esto la proa, y ofrece el costado al empuje de las olas; un escarpado monte de agua se desploma de pronto sobre el bajel. Unos quedan suspendidos en la cima de las olas, que, abriéndose, les descubren el fondo del mar, cuyas arenas arden en furioso remolino. A tres naves impele el Noto contra unos escollos ocultos debajo de las aguas, y que forman como una inmensa espalda en la superficie del mar, a que llaman “Aras” los Ítalos; a otras tres arrastra el Euro desde la alta mar a los estrechos y las sirtes del fondo, ¡miserando espectáculo!, y las encalla entre bajíos y las rodea con un banco de arena. A la vista de Eneas, una enorme oleada se desploma en la popa de la nave que llevaba los Licios y al fiel Oronte; ábrese, y el piloto cae de cabeza en el mar; tres veces las olas voltean la nave, girando en su derredor; hasta que al fin se la traga un rápido torbellino. Vénse algunos pocos nadando por el inmenso piélago, armas de guerreros, tablones y preseas troyanas. Ceden ya al temporal, vencidas, la pujante nave de Ilioneo, la del fuerte Acates y las que montan Abante y el anciano Aletes; todas reciben al enemigo mar por las flojas junturas de sus costados, y se rajan por todas partes.

Entretanto, Neptuno advierte que anda revuelto el mar con gran murmullo, ve la tempestad desatada y las aguas que rebotan desde los más hondos abismos, con lo que gravemente conmovido y mirando a lo alto, sacó la serena cabeza por cima de las olas, y contempló la armada de Eneas esparcida por todo el mar, y a los troyanos acosados en la tempestad y por el estrago del cielo. No se ocultaron al hermano de Juno los engaños y las iras de ésta, y llamando a sí al Euro y al Céfiro, les habla de esta manera: “¿Tal soberbia os infunde vuestro linaje? ¿Ya, ¡oh vientos!, osáis, sin contar con mi numen, mezclar el cielo con la tierra y levantar tamañas moles? Yo os juro... Mas antes importa sosegar las alborotadas olas; luego me pagaréis el desacato con sin igual castigo. Huid de aquí, y decid a vuestro rey que no a él sino a mí dio la suerte el imperio del mar y el fiero tridente. El domina en su ásperos riscos, morada tuya ¡oh, Euro! Blasone Eolo en aquella mansión como señor, y reine en la cerrada cárcel de los vientos”. Dice, y aun antes de concluir, aplaca las hinchadas olas, ahuyenta las apiñadas nubes y descubre de nuevo el sol; Cimotoe y Tritón desencallan las naves de entre los agudos escollos; el mismo dios las levanta con su tridente y descubre los grandes bajíos, y sosiega la mar, y con las ligeras ruedas de su carro se desliza por la superficie de las olas. (1986: 23).

Actividades

1. Lectura complementaria. Lee los seis primeros cantos de la Eneida y haz una síntesis de cada uno de ellos.

2. Busca el vocabulario del libro IV.

3. Redacta sobre el tema: “Descenso de Eneas al Hades”.

4. Redacta sobre el tema: “Los amores de Dido y Eneas”.

 

 

 

 

 

 

 

Horacio

Su obra.

La cronología de su obra es la siguiente: Los Épodos –composiciones a las que Horacio llamó Yambos por su contenido satírico, con explícitas referencias a su modelo griego Arquíloco (hacia el 650 a.C.) fueron compuestos a partir del 41 a.C., y publicados en el 30 a.C. Recordemos que Virgilio compondrá sus Églogas del 42 al 37 a.C. La amistad entre estos dos poetas surge en este periodo. Virgilio lo presentará a Mecenas, y éste, luego, a Augusto. Las Sátiras –a las que Horacio llamó Sermones (conversaciones, charlas) fueron escritas entre el 35 y el 30 a. C. Su fuente más notoria, según el propio autor, son los Diálogos del satírico griego Bión (s. III a. C.). De los años 37 al 30 son las Geórgicas de Virgilio. Luego Horacio escribirá las Odas, en las que predomina el lirismo; los libros I-III fueron comenzados en el 30 a.C. y se publicaron siete años más tarde. En el mismo año empezó Virgilio su Eneida, terminada –inconclusa- con su muerte en el 19 a.C. El Libro IV de las Odas fue compuesto por deseo de Augusto para celebrar las victorias de Druso y Tiberio. La fuente literaria de las Odas está en la poesía lírica griega de Alceo (hacia el 600 a.C.), Safo (la misma fecha), Anacreonte (hacia el 530 a. C.), Píndaro (la misma fecha), etc. El Canto Secular es del año 17 a.C., hecho para ser cantado por un coro de jóvenes de ambos sexos en los juegos solemnes por Apolo y Diana. Las Epístolas fueron escritas después de la primera serie de las Odas (los libros I-III). Las epístolas literarias son las últimas (entre el 19 y el 14 a. C.).

Actividades

1. Busca en Internet información sobre Horacio y Ovidio. Anota en tu cuaderno lo que consideres más relevante de ambos autores.

4. Época de decadencia (14-180 d.C.; desde la muerte de Augusto hasta la aparición de la literatura cristiana).

Breve fue la edad de oro; por diversas causas rápidamente sobrevino la decadencia.

Como escritores más importantes de esta época mencionaremos los siguientes: Séneca, el filósofo estoico, oriundo de Córdoba; Petronio, autor de El satiricon, y Tácito, notable historiador.

5. Época latino-cristiana (180-476 d. J. C.; desde la aparición de los autores cristianos, hasta la caída de Roma en poder de los Bárbaros).

El cristianismo, tanto en Grecia como en Roma, significó un resurgimiento dentro de la decadencia literaria.

Dos grandes figuras se destacan entre los Padres de la Iglesia; en el siglo IV, San jerónimo, comentarista de la Biblia y autor de la más famosa de sus versiones, la Vulgata, y, en el siglo V, San Agustín, el mayor genio filosófico y teológico de su época.

La civilización latina, profundamente transformada por el Cristianismo, se difundió por el mundo y llegó a transmitirse a los bárbaros, quienes cuando invadieron Europa estaban ya en su mayor parte latinizados.

Las invasiones bárbaras que se producen en el siglo V destruyen el Imperio. En el 476, cae Roma en poder del Odoacro, rey de los hérulos. Puede tomarse esta fecha como el final de la Edad antigua y el comienzo de una nueva época histórica, la Edad Media.

 

PARA RECAPITULAR

Completa los espacios en blanco.

1. La utilización del lenguaje en un texto ___________ es diferente a otros, como los técnicos o científicos.

2. En el texto literario, lo importante es la ________________ del lenguaje.

3. Hablar de “literatura médica” resulta un uso ___________ del término literatura.

4. La literatura es una de las ___________________________, junto con la danza, la música, la escultura, la pintura, la arquitectura y el cine.

5. La materia prima de la obra literaria es el ________________.

6. El _____________ es el receptor de la obra literaria.

7-11. Puede concebirse a la _________________ como el arte de la ____________ mediante la utilización del _________________, con el objetivo de provocar un efecto ______________ en el _____________.

12-14. La obra literaria puede estudiarse desde diferentes perspectivas: ______________ o ________________; ése es un enfoque _________________.

15-17. Los géneros literarios básicos son: __________, _______________ y ____________________.

18-19. EL texto lírico suele presentarse en ___________; no incluye una ___________.

20-22. Son grupos de las figuras literarias: ________________, _______________ y _______________.

23-24. Son ejemplos de tropos: ________________ y _______________.

25-26. Son ejemplos de figuras de lenguaje: _________________ y ________________.

27-28. Son ejemplos de figuras de pensamiento: _________________ y ________________.

29. El ____________ es el encargado de contar la historia en un texto narrativo.

30-32. Según el conocimiento del narrador sobre la historia, en relación con los personajes, puede ser ________________, ______________ y ____________________.

33-37 .Según su participación en la historia, el narrador puede ser _____________, ______________, ______________, _______________ y _______________.

38.    En el estilo directo el narrador ________________ las palabras de los personajes.

39.    En el estilo ____________________ el narrador da a conocer que el personaje se ha expresado, pero sin reproducir exactamente sus palabras.

40.    Los _________________ realizan las acciones relatadas por el narrador.

41.    En torno al personaje ____________ giran los hechos narrados.

42-43. Según su posición en el texto, el personaje puede ser ________________ o _______________.

44. El espacio se da a conocer a través de las _________________.

45-46. Respecto al tiempo, las alteraciones del tiempo se llaman _______________________ y _____________________.

47. El texto dramático contiene una historia destinada a ser ____________________.

48-49. La región mesopotámica se encontraba entre los ríos _____________ y _________________.

50-51. La escritura mesopotámica era _________________, realizada sobre __________________________.

52-54. Entre la literatura mesopotámica destacan obras como _____________________________, _________________________________ y _____________________________________.

55-56. __________________ y _________________ son dos personajes de la Epopeya de Gilgamesh.

57.    La Epopeya de Gilgamesh narra la búsqueda de la ______________ que Gilgamesh realiza.

58.    En la Epopeya de Gilgamesh se toca el tema de la lucha entre __________________.

59-60. En la literatura mesopotámica se distinguen dos tipos de textos literarios: __________________ y _______________________.

61-63. En esta literatura suele hacerse referencia a los orígenes del ________________, del ______________ y del ____________.

64. Egipto se ubicó en ___________________________.

65-69. Se considera a la egipcia la civilización más _____________ de su época, gracias a sus conocimientos en disciplinas como _____________, ________________, _______________ y ______________.

70-71. Los egipcios no utilizaban tablillas de arcilla para escribir, sino __________________; su escritura no era cuneiforme, sino __________________.

72-76. Son períodos de la literatura egipcia: ________________, _________________, ____________________, ____________________ y ____________________.

77-78. Dos obras que son ejemplo de la literatura egipcia: ___________________ y ____________________.

79-80. La literatura egipcia se caracteriza por una profunda ________________; el tema de _______________________________ es recurrente.

81-82. La literatura hebrea se desarrolló básicamente en ________________, aunque no debe olvidarse que el pueblo hebreo durante muchos años anduvo ___________________.

83-84. La obra literaria hebrea más importante es ______________, término que significa __________________________.

85-87. La Biblia se compone de _________ libros, divididos en dos grandes grupos: _____________________ y _________________________.

88-90. Los libros bíblicos pueden ser _____________________, _______________ y ________________________.

91-93. Son características de la literatura hebrea: ______________________________, __________________________________ y ________________________________________________.

94. Puede considerarse que la literatura árabe inicia con _______________, texto sagrado del Islam.

95-97. Además del texto sagrado, pueden distinguirse dos vertientes de la _______________ árabe: _______________ y __________________.

98. ____________________________ es la obra representativa de la literatura árabe.

99-101. Formas literarias que caracterizan a la literatura árabe: __________________, _________________ y ___________________.

102.  El lenguaje utilizado en los textos árabes suele ser _____________________.

103.  Los epítetos suelen acompañar a la invocación de ___________.

104-106. La civilización china surgió en las cercanías de los ríos _____________, ______________ y ______________.

107-110. El legado de la cultura china se inscribe en los ámbitos _____________, ______________, ________________ y _______________.

111-112. Aportaciones relevantes de los chinos: __________________ y _____________.

113. La literatura china inicia alrededor de ____________________.

114-117. Son períodos de la literatura china: ___________________, ________________, ________________ y ____________________.

118-122. Son considerados los libros clásicos de la literatura china: ___________________, __________________, _________________, __________________ y _________________.

123-124. Pensadores característicos de la literatura china: _________________ y ___________________.

125-127. En la India se distinguen tres regiones: ________________, __________________ y ___________________.

128.  Las __________________ en la India son tan diversas como los grupos raciales que integran este pueblo.

129.  Las más antiguas muestras de literatura hindú están escritas en lengua ____________________.

130-131. La literatura sánscrita se distribuye en dos períodos: _________________ y _________________.

132-134. Son ejemplos de la literatura hindú: ___________________, _________________________ y _____________________.

135-137. Son características de la literatura de la India: _____________________________, _________________________________ y ___________________________________.

Responde a las siguientes cuestiones.

A. ¿Cuál es el canto de la Ilíada que más te agradó y por qué?

B. Explica el título de la Ilíada y el de la Odisea.

C. Comenta el canto I de la Ilíada.

D. ¿Quién era Virgilio? ¿Cuál fue su obra más representativa?

E. Menciona y comenta cinco características de Eneas como personaje y cinco de Dido.

F. Habla de Horacio.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 



[1] Utilizamos este término con el sentido de mesura y según lo enfoca Werner Jaeger en Paideia: los ideales de la cultura griega, trad. Joaquín Xirau y Wenceslao Roces, México, Fondo de Cultura Económica, 1957, pp. 59, 165, 239.

[2]Maurice Croisset. Información general de la literatura griega, Montevideo, La casa del estudiante, 1970, p.3.

[3] Las fechas que proporcionaremos en el marco de una tradición tan antigua como la aquí estudiada tendrán siempre un carácter relativo.

[4] Por intertextualidad entendemos el fenómeno que consiste en reiterar de alguna manera los contenidos y temas de una literatura anterior; estaríamos hablando así de la necesaria necesidad imitativa que toda literatura debe poseer.

[5] Albin Lesky. Historia de la literatura griega, versión de José María Díaz Regañón y Beatriz Romero, Madrid, Gredos, 1989, pp. 114-130.

[6] Ibidem, p. 852